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El turismo en Ribadumia crece un 30%, espoleado por los visitantes nacionales

La Ruta da Pedra e da Auga sigue siendo el principal reclamo para los visitantes

Las consultas en la oficina de turismo de Ribadumia se incrementaron un 29 por ciento en el pasado mes de agosto con respecto al mismo periodo de 2017, según los datos que ha hecho públicos el Ayuntamiento.

Así, fueron 1.500 las personas que pasaron por la oficina de turismo situada en la rotonda de Os Castaños para realizar alguna consulta. En la administración municipal se muestran muy satisfechos por estos resultados, pues confirman la tendencia alcista de las visitas a Ribadumia. De hecho, el mes de julio ya había sido mejor que el de 2017, a pesar de que no fue bueno desde el punto de vista meteorológico.

El 91,2 por ciento de los visitantes son españoles, y la principal procedencia es Madrid. Les siguen los gallegos, los andaluces y los vascos. En lo que se refiere al turismo internacional, los más numerosos son los portugueses y los italianos, posiblemente por su vinculación con el Camino de Santiago. Y es que una vez más, la mayoría de los extranjeros que han pasado por la oficina de Ribadumia estaban haciendo la Variante Espiritual.

En cuanto a la información que demandan los turistas, la Ruta da Pedra e da Auga continua siendo el principal reclamo entre los que desean conocer la comarca, junto con la Variante Espiritual.

Otro de los principales atractivos del municipio son sus recursos enoturísticos y gastronómicos. El yacimiento arqueológico de Monte do Castro puede ser otro atractivo turístico de la población, si bien está pendiente de una "musealización" por parte de la Diputación de Pontevedra y del Ministerio de Fomento, que permitirá poner en valor las excavaciones.

"Bodegas, restaurantes y fiestas tradicionales despiertan el interés de los visitantes y sitúan a Ribadumia como un gran destino turístico", apuntan desde el Concello.

Desde hace años, las rutas de senderismo y la rehabilitación de los molinos de río han sido la herramienta de municipios como el de Ribadumia, sin playas, para hacerse un hueco en el turismo de O Salnés, dominado históricamente por las poblaciones costeras y con mayor oferta gastronómica, como Cambados u O Grove.

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