Una semana después de comenzar los trabajos para desatascar la red de alcantarillado en la avenida Castelao de A Illa, el problema continúa ya que está resultando muy complicado eliminarlas de los pozos de bombeo. Por este motivo, el Concello isleño tiene previsto iniciar una campaña de concienciación, con información vivienda por vivienda, en la que se tratará de convencer a los vecinos de que no se arrojen por el retrete, ya que el coste de su eliminación es enorme para un municipio con escasos recursos.

Así lo reconocía ayer el edil de Obras, Luis Arosa, el cual espera que surta efecto porque "los bombeos sufren y se averían con demasiada frecuencia por esta cuestión, y pese a que muchas de esas marcas dicen que son biodegradables, para nada lo son, bloquean el sistema y crean una masa espesa como si fuesen cuerdas e impiden el paso del agua, provocando serios problemas que nos costaron, en 2017, más de 70.000 euros".

De hecho, desde la última avería, en la que se cortó la avenida Castelao al tráfico para poder retirar la masa creada por las toallitas, la red de saneamiento continúa resentida y a la espera de encontrar una solución, sobre todo en el cruce entre este vial y la avenida de A Ponte. Por este motivo, la intención es lanzar esta campaña de sensibilización, "con información sobre el efecto que provocan las toallitas húmedas cuando se lanzan por el retrete, algo que no puede hacerse".

La única solución es acceder al interior de la red, algo que se hará después de las fiestas de Navidad con la introducción en el alcantarillado de una cámara especializada que se utilizará para analizar cual es la situación en ese punto. "Esperamos que nos sirva para solucionar un problema que es sumamente grave y costoso, con el que aguardamos acabar lo antes posible".

El problema con las toallitas húmedas se localizó poco antes de fin de año, cuando se registró una avería en la red en la calle Rodel, próxima a la avenida Castelao. Esa avería inundó el bajo de una vivienda, que se llenó de aguas fecales y despertó la alerta en el servicio de obras municipal. El Concello contrató una empresa especializada que dio con el problema casi de inmediato, pero se encontró con la dificultad de eliminarlo al haberse compartido en una masa compacta, muy difícil de deshacer pese a los intentos que se han realizado.

El de A Illa no es el primer Concello que sufre las consecuencias del uso de las toallitas húmedas, ya que en muchas grandes ciudades se han convertido en un serio contratiempo para la administración municipal pese a las constantes advertencias sobre que no se arrojen al inodoro por los problemas que acaban provocando.