Los niños de Valga que acuden a la Escola de Verán tienen la oportunidad de participar en talleres contra la discriminación en los que familiarizarse con las tareas del hogar, asistente a exhibiciones con las que recuperar oficios tradicionales y visitan algunos de los espacios naturales más importantes del municipio y de Galicia.
Es el caso de las llamadas Fervenzas de Parafita e Raxoi, saltos de agua que forman una piscina natural en el cauce fluvial que goza de indudable belleza y se sitúa en un espacio privilegiado, rodeado de frondosos árboles autóctonos y en el que no faltan los tradicionales molinos de río.
Dicen en el Concello que "los niños disfrutaron de la naturaleza, caminaron río arriba y se bañaron en cristalinas aguas", convirtiéndose este tipo de excursiones a lo largo y ancho del municipio en una de las actividades preferidas de los asistentes a la ludoteca.
Las mismas fuentes destacan que "la semana pasada participaron igualmente en actividades didácticas y de fomento de la lectura, con sesiones en la biblioteca y cuentacuentos".
Al igual que formaron parte activa del encuentro intergeneracional con el que se muestran las diferentes fases de cultivo del trigo, en este caso centrándose en el proceso de la "malla".
Es "uno de los momentos más espectaculares del proceso por la impresión que causan las peculiares herramientas que se emplean y el ruido que emiten al golpear contra el cereal extendido en el suelo para separar el grano de la paja".
Junto a esta actividad centrada en la recuperación de las tradiciones agrícolas y la conservación del patrimonio cultural local, los alrededor de ochenta niños de la escuela de verano realizan tareas del hogar como doblar la ropa, "para que puedan ayudar a sus familias en casa y para que se conciencien sobre la igualdad de género; un concepto que trabajan habitualmente desde que comenzó esta actividad gratuita", señalan en el gobierno que dirige el alcalde conservador José María Bello Maneiro.
