Un día después de la dramatización del desembarco en la Romaría Vikinga de Catoira llegan las explicaciones, aclaraciones y disculpas por los errores organizativos detectados en dicho evento, especialmente después de que se adelantara el acontecimiento entre quince y veinte minutos sobre el horario previsto y anunciado en el programa oficial.

Como se indicaba ayer en FARO, parte del público desplazado el domingo a las Torres do Oeste se perdió el espectáculo, ya que el desembarco estaba previsto para las 13.00 horas, y resulta que los barcos participantes empezaron a remontar el Ulla a las 12.30 y los primeros guerreros pusieron pie a tierra mucho antes de lo previsto.

Esto se debió, según explican en el Concello de Catoira, como organizador de la tradicional Romaría Vikinga, a la actuación "unilateral e irresponsable" del Ateneo Vikingo; una entidad que históricamente mantuvo importantes discrepancias con la Administración local.

Hay que explicar que la flota vikinga empleada para conquistar las Torres do Oeste cada primer domingo de agosto estaba formada por cinco naves. Cuatro de ellas estaban gestionadas desde el propio ayuntamiento, mientras que la quinta pertenece al Ateneo. Esa fue la que realizó el desembarco quince o veinte minutos antes de la una de la tarde, mientras que las demás lo hicieron prácticamente sobre la hora; algunas antes y otras un par de minutos después.

En el ejecutivo socialista de la localidad, que dirige Alberto García García, lamentan lo sucedido porque saben que el evento quedó deslucido y muchos visitantes pudieron marcharse descontentos tras perderse la fiesta a causa del incumplimiento del horario oficial.

El primer teniente de alcalde, Eduardo Touriño, dice que "salió todo perfecto después de un duro trabajo de muchos meses, al menos en lo que se refiere a nuestra parte". Pero también reconoce que "el Ateneo Vikingo metió la para incumpliendo los horarios establecidos en el programa y adelantándose al desembarco".

Incide en ello diciendo que "los del Ateneo hicieron lo que les dio la gana y perjudicaron a la fiesta". Sus declaraciones son compartidas por Juan José Durán Crespo, el encargado de coordinar el desembarco desde las propias naves.

Según su testimonio "había mucho viento del norte, por eso decidimos zarpar para remontar el río a las 12.30 horas, pasando despacio frente a las Torres do Oeste para que el público viera y escuchara a los guerreros que iban a bordo".

Lo que hicieron las naves fue superar el recinto festivo y la conocida como Illa dos Ratos, ya río arriba, para una vez allí desplegar las velas y descender, ya impulsadas por el viento del norte hacia las Torres. Lo que sucedió fue que "el barco del Ateneo, que no tiene nada que ver con el concello y va por libre, se adelantó y realizó el desembarco mucho antes de lo que estaba anunciado".

Sin embargo las naves de la organización "sí estuvimos esperando para efectuar la maniobra de forma coordinada a la una de la tarde".