Tras la visita a Monte Siradella cursada ayer por los técnicos de la EFA para obtener las ramas de las que debe surgir la clonación de la "Figueira do Meco" puede concluirse que este emblemático árbol "goza de buena salud", a pesar de que "tiene varias ramas afectadas con brotes 'quemados' debido a las dificultades que presenta el lugar en el que se encuentra", pues sobrevive prácticamente encima de las piedras.

Así lo explica Francisco Meis, sin duda ilusionado con este proyecto que, insiste, constituye "un proceso cultural inmaterial que abarca cinco siglos de generaciones de grovenses que vivieron y transmitieron la identidad de este pueblo a través de ese símbolo".

Habla así de "la fuerza, la arrogancia ante las injusticias y la unión como colectivo social ante la adversidad", pero también de una clonación que significa "salvaguardar ese emblema" y, en consecuencia, "proteger la tradición oral de nuestros antepasados y el reflejo de nuestra identidad cultural y social".