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Libélulas que corroboran la buena salud del río Umia

El bosque de ribera está muy dañado por las talas indiscriminadas de árboles y el desbrozado de las orillas para ajardinarlas

La inspección de las especies del Umia ha sido meticulosa. // Iñaki Abella

La inspección del Grupo Ecoloxista do Salnés en el río Umia ha deparado una grata sorpresa al constatar su excelente calidad del agua a pesar de la presión urbanística e industrial al que está sometida la arteria fluvial. "Si esto ocurre en Castilla, donde la pluviosidad es muy baja, estaríamos hablando de una alcantarilla", explica sin titubeos la presidenta del colectivo, Marta Lois.

Este domingo, un grupo de voluntarios estudió un tramo de 500 metros del cauce comprendido entre el puente de Os Padriños y el de Santa Marta para conocer la evolución que experimentó este espacio natural desde la primavera.

Aunque el PH del agua ha sido excelente han saltado las alarmas en otros valores que se buscan en este estudio pues el río no solo es el agua sino un complejo ecosistema que también analiza el lecho, el bosque de ribera o las especies animales o vegetales intrusas.

Por tanto comprobar que el agua tiene calidad ha sido una magnífica "sorpresa" pero aparecen otros valores negativos a los que se debe poner remedio cuanto antes.

Marta Lois cuestiona la reciente deforestación provocada por una tala de árboles de ribera (salgueiros, ameneiros...) o el ajardinamiento de las orillas por el simple hecho de que "las silvas afean la zona", refiere de forma muy gráfica la ecologista arousana.

Todo actuaciones que suponen una agresión medioambiental muy difícil de reparar como ocurre de hecho con la planta de acuario conocida como "egerea" que ha invadido el fondo del Umia que tapiza literalmente e impide que penetre la luz solar, sin olvidar la paulatina entrada del jacinto de agua como se denunció hace unos meses.

Marta Lois lamenta que la "egérea" que tan bien luce en los acuarios sea en estos momentos imposible de erradicar del canal del Umia. "La erradicación requiere mucha mano de obra porque hay que retirarla de forma manual y, por tanto, resultaría costosísima".

Y de esta afición acuariófila procede también otra "plaga" en el Umia, a saber, el cangrejo rojo americano. "Este domingo el agua bajaba muy rápido y no vimos ninguno de estos crustáceos invasores pero tenemos constancia de que proliferan y que extinguen los autóctonos", lamenta la ecologista.

También se encuentra en este tramo el llamado "mejillón de río" pero que es una especie beneficiosa por lo que en el estudio solo se dejará constancia de su presencia.

Con todo, lo que más preocupa a los ecologistas al hablar del Umia es el nulo respeto a las plantas y árboles que conforman el ecosistema fluvial. "Se han talado muchos árboles desde la primavera por lo que son contados los ameneiros y salgueiros, además de otras plantas que conforman un bosque que, en definitiva, es el que procura la sombra, alimento y refugio para las especies que viven en él".

Recuerda que su desaparición implica un calentamiento de las aguas y reduce la riqueza nutritiva para las distintas especies que habitan este espacio natural.

Y en este problema tienen una gran responsabilidad los agricultores que "extienden sus fincas de albariño hasta casi la orilla del río para sumar algunas cepas más".

A la vez cabe subrayar que los trabajos agrícolas influyen también por el abuso de abonos y pesticidas que también terminan en el cauce fluvial provocando daños que a corto o largo plazo pueden resultar irreparables.

Todo ello invita a una reflexión urgente por parte de todos los sectores y no solo de la decena de ecologistas que ponen en evidencia la preocupante situación que arrastran muchos de los ríos de Galicia, pues no todo se puede dejar al efecto de las lluvias, siempre beneficiosas pero que también pueden arrastrar productos contaminantes.

La clave es educación, en todos los sentidos, pero unido siempre a la sensibilidad con el medio que es la clave para que las arterias y venas que riegan un rico territorio como O Salnés no se atasquen en un futuro nada remoto.

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