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Polémico pleno de las tasas municipales de Vilagarcía

PSOE y BNG se benefician de la crisis de EU para sacar adelante el tipo del 0.55 en el IBI

-Miguel Alves vota en contra de bajar al 0.54 el impuesto como plantearon sus compañeros del grupo izquierdista -El gobierno socialista promete crear una bolsa de ayudas, sin cuantificar, para quienes no puedan pagar

Miguel Alves, los ediles del BNG Xavier Ríos y Lucía César, y, de perfil, el alcalde Alberto Varela. // Noé Parga

El pleno extraordinario de modificación de las ordenanzas fiscales de Vilagarcía de Arousa resultó bronco como consecuencia de los reproches cruzados entre el gobierno municipal socialista, apoyado por los dos concejales del BNG, con el resto de los grupos políticos, especialmente con PP, y EU. Pero la nota más desconcertante la puso el edil de Esquerda Unida, Miguel Alves, enfrentado desde hace meses con sus dos compañeros de grupo. Su actitud permitió que PSOE y BNG sacaran adelante el tipo del 0.55 en el IBI, en lugar del 0.54 propuesto por EU y que contaba con el apoyo de populares y Somos Maioría.

El gobierno municipal socialista prometió ayer crear una bolsa de ayudas para las personas que no puedan abonar el recibo del IBI, aunque esta iniciativa no aparece reflejada en la propuesta que se aprobó en la sesión plenaria, ni tampoco se especificó en qué consistiría por lo que, de momento, solo se trata de una promesa lanzada al aire.

Algo más de dos horas de debate conjunto de los diez puntos en la agenda de la sesión plenaria, ya que todos estaban relacionados con la modificación de ordenanzas fiscales, solo han podido clarificar que los que están gobernando apelan a los números y a la necesidad de mantener el equilibrio presupuestario, y cuando estaban en la oposición su discurso era el contrario. Tanto el PSOE que ahora gobierna, como el PP, que ha vuelto a la oposición, tiraron de hemeroteca para reprocharse mutuamente los cambios de postura en relación con los impuestos y tasas municipales.

El portavoz popular y exalcalde, Tomás Fole, argumentó que en su época tuvo que realizar un plan de ajuste ante la mala situación heredada en las arcas municipales. Pero ahora considera la situación totalmente superada, por lo que defiende que sí es viable aplicar una mayor reducción del tipo impositivo del IBI con el fin de que el ciudadano pueda mantener un similar coste del recibo por su vivienda que el año pasado, teniendo en cuenta que la base imponible continúa aumentando como consecuencia de la revisión de los valores catastrales.

El alcalde socialista, Alberto Varela, recuerda al portavoz del PP que él también heredó un plan de ajuste que hay que cumplir, ya que la intervención municipal advirtió que se estaban desviando de lo establecido en ese documento económico.

Varela y la portavoz del grupo de gobierno Tania García apuntaron también que es necesaria la recaudación de impuestos para poder desarrollar las políticas sociales del programa electoral socialista, así como las inversiones previstas que los han llevado a asumir el gobierno municipal. Por este motivo han defendido una reducción moderada del IBI que primero plantearon en el 0.56 y después bajaron al 0.55 como límite máximo aceptable de cara al próximo ejercicio económico. De todos modos puntualizaron que su voluntad es ir reduciendo progresivamente el tipo impositivo.

Más difícil de entender, al menos para el ciudadano de a pie, fue la postura de los dos concejales del BNG defendida por su portavoz Xavier Ríos. A pesar de que este grupo siempre se posicionó a favor de una mayor reducción impositiva en materia de IBI, los concejales nacionalistas optaron por apoyar la propuesta del PSOE y rechazar la moción formulada por EU para bajarlo más.

Ríos sostuvo que el objetivo del BNG es conseguir mejoras para los ciudadanos y que los impuestos sean progresivos, mostrándose a favor de la anunciada bolsa de ayudas para familias sin recursos que no puedan pagar el IBI.

El planteamiento del PSOE y del BNG provocó la reacción del portavoz del PP, Tomás Fole, quien calificó de "alucinante" que el gobierno local condicionara las bolsas de ayuda, que no aparecen en la propuesta, a la aprobación del 0.55 y retó al concejal Ríos a "salir del armario político" y hacer valer para su grupo el apoyo que está prestando al gobierno socialista.

Por su parte, el portavoz de Esquerda Unida, Jesús López, en su intervención criticó el escaso tiempo que dedicó el gobierno del PSOE a abordar la revisión del tipo impositivo del IBI, a pesar del compromiso adquirido hace un año de tratar este asunto con más detalle en la comisión de revisión de ordenanzas. López recordó que sobre la mesa del gobierno municipal estuvo desde el pasado mes de mayo la moción de EU que planteaba una reducción del IBI al tipo del 0.52.

La moción se incluyó en el pleno de ayer y, tras conocer que ese tipo impositivo contaba con reparos de parte de la intervención municipal, presentó una enmienda para llevarlo al 0.54.

Este nuevo índice coincide con el planteamiento que desde el principio puso sobre la mesa el concejal de Somos Maioría, Gaspar González Somoza, quien agradeció a los otros grupos que se sumaran a su postura.

Ya cuando estaba a punto de acabar el debate, pidió la palabra Miguel Alves y, a pesar de que Esquerda Unida ya había consumido el turno de intervenciones, el alcalde le dio la oportunidad de manifestarse.

Comenzó señalando que él fue miembro de la plataforma ciudadana del IBI y defendió el tipo impositivo en el 0.52, por lo que reprochó la modificación de la moción de su grupo hasta llegar al 0.54. En base a este argumento planteó al gobierno que estaba dispuesto a apoyar el 0.55 en el IBI, aceptando el compromiso del gobierno socialista de la futura bolsa de ayudas para la gente que no puede pagar el impuesto.

Miguel Alves además propuso como condición que se aprobara una bonificación a todas las personas que tienen domiciliado el recibo del impuesto. Pero esta enmienda no fue aceptada por el gobierno socialista por no contar con el informe técnico municipal.

Finalmente la votación de la propuesta del gobierno municipal de bajar el IBI al 0.55 contó con los votos a favor de PSOE y BNG, los negativos de EU y PSOE y la abstención de Miguel Alves y Somos Maioría, quedando aprobada. Por el contrario, la moción de EU contó con el sí de dos de sus tres concejales, de Somos Maioría y del PP, y el voto en contra de Miguel Alves, del PSOE y del BNG, por lo que quedó rechazada a pesar de contar con el tipo impositivo más bajo.

En el resto de las modificaciones de ordenanzas fiscales para ajustarlas al IPC negativo se aprobó por mayoría, con la característica de que Miguel Alves en todo momento se desmarcó de sus compañeros de EU, aunque ello incluyera en algún momento coincidir con el PP. Esto ocurrió en el punto 9 sobre la ordenanza reguladora del precio público por la prestación del servicio de utilización del auditorio y otras instalaciones del Concello.

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