Cuando se festeja el solsticio de verano la "reina" indiscutible de las hogueras de San Xoán es la sardina, acostumbrada a marcar precios casi prohibitivos en los días y semanas previos a la mágica noche. Pero esta vez quizás no sea necesario recurrir al chincho (jurel pequeño) o al churrasco para evitar que las cenas se disparen de presupuesto.
Y es que la sardina es abundante en esta primera mitad de año, lo cual permite que los precios sean mucho más contenidos que en ejercicios previos. Esto permite albergar esperanzas para el consumidor, deseoso de que las tarifas no se disparen tanto como en otras ocasiones.
El preciado producto, que según el refranero popular "por San Xoán molla o pan" -en alusión a la grasa que desprende al asarla y a que es éste el mejor momento del año para consumirlo-, marca precios máximos en las lonjas de hasta 10 euros el kilo -con mínimos por debajo de un euro-, que si bien parece una barbaridad, está lejos aún de los 12 euros a los que llegó a cotizar en las rulas gallegas durante el primer semestre de 2015.
Y mientras en los supermercados se vende incluso por debajo de los 4 euros, en las plazas de abastos también se aprecia lo "asequible" que puede resultar este año la sardina, pues se vende actualmente a prácticamente la mitad de lo que costaba en otras ocasiones por estas fechas, con un abanico de tarifas que va desde los 4 hasta los 8 euros el kilogramo.
Ayer, sin ir más lejos, en el mercado municipal de Vilagarcía, donde se comercializa la preciada "sardiña do xeito", que es la pescada artesanalmente en Arousa y desembarcada en Vilaxoán o Rianxo, ésta oscilaba entre los 6 y los 8 euros por kilo, evidentemente muy por debajo de los más de 10 euros que costaba hace un año.
A la espera de ver cómo evolucionan las capturas y las subastas en lonja de aquí al día 23, puede decirse que en lo que va de año se vendieron en Galicia alrededor de 784 toneladas de sardina. E incluso pueden ser más, pues en ese global faltan por incluir las operaciones de venta en lonja correspondientes a los últimos días. Pero aún así ya se superan con creces las 704 toneladas vendidas en el mismo periodo de 2015.
El resultado económico de aquella primera mitad de 2015 fue de 888.000 euros, mientras que desde el pasado mes de enero se ingresaron 811.000 euros, lo cual también deja patente que el coste en primera venta de este producto ha descendido sensiblemente.
Para entender mejor el aumento de capturas y ventas, así como el descenso de los precios, hay que decir que entre las principales lonjas gallegas para esta especie prácticamente las únicas que han bajado en volumen han sido Vigo y Celeiro, mientras que en los demás puertos se han experimentado incrementos, algunos tan espectaculares como el de Cambados.
En este puerto arousano se vendieron en lo que va de año 62 toneladas de sardina por valor de 93.000 euros, frente a las 11 toneladas y 17.000 euros del mismo periodo de 2015. Esto confirma la mejoría en cuanto a capturas y también la bajada de las tarifas de primera venta, pues el máximo marcado el pasado ejercicio fue de 8 euros, mientras que hasta ahora apenas se superaron los siete.
Sin salir de Arousa también se registraron incrementos notables en Ribeira, que pasó de 45 a 118 toneladas, y de 68.000 a 122.000 euros; mientras que Rianxo sumó una tonelada el año pasado a las 33 vendidas ya en lo que va de 2016, pasando sus ingresos de 3.500 a 69.000 euros.
Donde también se nota la abundancia de producto es en A Coruña, que pasó de 86 a 136 toneladas y de 105.000 a 125.000 euros. Lo mismo puede decirse de Portonovo, que subió de 36 a 60 toneladas, y de Portosín, un puerto especialmente ligado a la sardina que de 167 toneladas en el primer semestre de 2015 subió en los últimos seis meses hasta las 170.
En este último caso es especialmente apreciable la bajada de los precios de la sardina, pues a pesar de vender algo más de pescado pasó de ingresar 213.000 euros a conformarse con 139.000.
En cuanto a Vigo, que como se explicaba anteriormente vio mermadas sus operaciones con la sardina, decir que bajó de 138 toneladas despachadas entre el 1 de enero y el 11 de junio de 2015, a las 107 toneladas desde el 1 de enero de 2016 hasta ayer.
