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La excavación en Alobre deja a la vista las edificaciones que conservaba el subsuelo

Los arqueólogos ya tenían constancia de las cabañas y del horno que se ponen en valor en esta fase -En el área de trabajo se localizaron 25 broches y restos de cerámica

Alguna de las cabañas se ponen en valor. // Iñaki Abella

Sacar a la luz todo lo que fue el castro de Alobre antes y durante la época romana se presume difícil en lo que resta de mes. Las excavaciones no han desvelado sorpresas ni grandes tesoros aunque el trabajo realizado pone en valor un espacio que permitirá a los vilagarcianos descubrir y estar en contacto con sus orígenes.

La brigada de arqueólogos ha realizado un trabajo de libro y se han encontrado en el subsuelo lo que ya se presuponía en anteriores etapas de excavación con estructuras casi idénticas a las de cualquier otro castro gallego.

La actuación resulta positiva en el sentido de que sale a la luz una parte simbólica del yacimiento, pues se cuadruplica la extensión de la excavación. Puede parecer mucho pero la intervención afecta a un espacio de unos 400 metros cuadrados y soo había 90.

En esta superficie se han encontrado al menos cuatro cabañas circulares, empiezan a surgir los agujeros de poste y se vislumbran los huecos en los que se situaba el hogar y las entradas a las viviendas.

Pero lo más llamativo es el horno típico romano que aparece en una construcción cuadrangular y que muchos historiadores creen que correspondió a una de las pocas telleiras de Galicia, aunque hay dudas sobre su finalidad.

El citado horno es una construcción muy simple, de la que perduran dos de las paredes de piedra en laterales opuestos, separadas entre sí unos 50 centímetros. Este horno se sitúa en la zona central de la construcción, equidistante con los muros de la edificación.

Los arqueólogos creen que es una de las piezas más importantes que revelan la singularidad de este yacimiento castrexo, en el apartado arquitectónico.

Pero también los trabajos han permitido acercarse a su configuración en un punto estratégico de la actual ciudad de Vilagarcía.

Como la mayor parte de estos poblados ha sido situado en uno de los puntos dominantes pues como se puede observar se encuentra en un promontorio que permite unas espectaculares vistas tanto hacia el mar como en otras direcciones.

En el caso de Vilagarcía, la presencia del mar es esencial, pues ha facilitado el comercio especialmente con países del Mediterráneo, algo que se comprobó en los hallazgos de las distintas etapas.

Es de destacar asimismo que el poblado contaba con todos los medios de defensa de la época, pues todavía existen restos del parapeto defensivo que se construyó en las zonas más vulnerables.

De todos modos, los historiadores consideran que todavía quedan muchos datos por analizar para determinar la importancia de este núcleo en la época.

Se parte de que se trata de una de las zonas importantes de Galicia en la que se han hallado piezas importantes como el altar o ara dedicado a Neptuno, dios del mar, o la espectacular fíbula de Navicella, uno de los objetosque se atribuyen a la civilización etrusca.

Los trabajos realizados en estos tres meses han descubierto asimismo la enorme densidad constructiva y las diferentes etapas de ocupación del castro. Dichos argumentos se comprueban con las estructuras que han salido a la luz, pero que en otras épocas se prefirió conservar en el subsuelo.

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