Entre pivote y pivote ha nacido una mediana de hierba que sin duda constituye un riesgo para el tráfico rodado que circula a diario por la llamada vía rápida o corredor de O Salnés, en el tramo comprendido entre Vilagarcía y Cambados.
La falta de mantenimiento de la carretera es visible en toda la vía, pues el asfalto se ha deteriorado considerablemente en los últimos años, aunque es especialmente notorio por sus baches en los nudos y glorietas de salida a las distintas localidades, especialmente en la de Vilanova y A Illa de Arousa.
Aunque hace apenas quince días se realizaron limpiezas en este vial, éstas se limitaron a la retirada de la maleza crecida en el arcén, con lo que se minimizaron los problemas de las bolsas de agua por una deficiente canalización.
Sin embargo se echa en falta un trabajo en profundidad pues el musgo ha creado una mediana natural entre los carriles que ahora están separados por pivotes.
Sin duda que estos elementos han mejorado la seguridad de la via, en el sentido de que actúan de una forma disuasoria y ha reducido considerablemente la velocidad del tráfico y de hecho apenas se registran accidentes graves desde que se instalaron estos elementos anclados al asfalto.
Pero es precisamente entre estas piezas reflectantes donde ha nacido una capa vegetal que, en algunas zonas, ha adquirido una considerable altura, por lo que se han convertido en un riesgo cierto para los pilotos de motocicletas que puedan pisar esta resbaladiza zona del suelo.
El momento de mayor peligro es durante la noche ya que es prácticamente imposible divisar el problema y más si se circula a velocidad un poco elevada.
Cabe recordar que en esta vía se puede circular hasta cien kilómetros por hora, y que este manto vegetal ha nacido especialmente en zonas de curva.
Si en el llamado corredor existen problemas de deficiente conservación, en peor estado se encuentran otras carreteras principales de la comarca de O Salnés.
Son varios los viales en los que se han realizado obras de forma reciente si bien en algunos reaparecen los defectos por la antigüedad del asfalto y por la mínima inversión que se ha realizado.
Una de las carreteras que ya acusan el deterioro es la general Po-531, entre Vilagarcía y Pontevedra, donde hace poco más de un año se ha realizado una actuación en todo su recorrido por el mal estado en que se encontraba.
Pasado este tiempo vuelven a reaparecer grietas y baches que convierten el viaje en un incómodo traqueteo dentro del vehículo.
El problema se produce por el intenso tráfico de este vial por el que circulan unos veinte mil turismos y vehículos pesados cada día.
Parcheos insuficientes
La obra que se llevó a cabo consistió solo en un parcheo de las zonas que se encontraban en peor estado. Cabe decir que se emplearon buenas emulsiones en los tramos donde se intervino pero ahora el problema se traslada a las áreas que han quedado sin asfaltar.
Algo similar se hizo en el tramo entre la glorieta de Godos y el centro de Vilagarcía. En este caso se resolvieron los principales baches de la carretera general hasta Rubiáns y se echó nuevo aglomerado en las calles del centro urbano.
Este proyecto era la base de una contrapartida que corresponde al Ayuntamiento de Vilagarcía si quiere asumir la titularidad del vial y, por tanto, hacerse cargo de su mantenimiento como una calle más de la ciudad.
Con todo, aunque la actuación ha sido integral en el tramo urbano, la mejora no es del gusto de todos los conductores pues se han creado baches de bastante profundidad para salvar las arquetas de alcantarillado. El problema se observa sobre todo en el comienzo de As Carolinas, pues pasada la glorieta de Luz Salgada, el pavimento renovado satisface a prácticamente todos los usuarios.
