La presencia de cormoranes es cada vez mayor en los ríos Ulla, Umia e incluso O Con, aunque de manera especialmente llamativa en el primero de ellos.
De un tiempo a esta parte pueden verse secando sus alas o pescando incluso en el centro de Vilagarcía, al igual que destaca su creciente aparición en el entorno de Catoira y las "brañas" de Laíño, donde esta especie tiene unos importantes dormideros.
Habitual en la ría arousana, las aguas continentales parecen atraer cada vez más a esta especie, que sobre todo en invierno se dispone a compartir protagonismo con salmones y lampreas.
El responsable de la página web especializada en pesca del salmón Ás orillas do Ulla (www.asorillasdoulla.com), Salvador Ortega, explica que desde hace unos diez años el número de cormoranes está creciendo a pasos agigantados en la cuenca del Ulla.
Aunque siempre se ha visto algún que otro ejemplar en este cauce, explica que desde hace cuatro o cinco años esta presencia se ha multiplicado exponencialmente, de modo que a día de hoy es posible ver "bandadas de entre 80 y 100 cormoranes" distribuidas en una distancia de no más de un kilómetro.
En la citada página web se destaca que estas aves pueden verse especialmente en zonas de aguas paradas, caso de la parte superior del coto salmonero de Sinde, "donde varias parejas habitan durante todo el año". Este espacio especializado ofrece un reportaje fotográfico centrado en el coto de Pontevea, alojando también un vídeo en el que puede verse una gran cantidad de cormoranes en estas aguas. Se explica que en esta zona estos ejemplares dan caza cada día a los peces, "y en ocasiones bajan al mismo pozo dos o tres veces por día". Según se indica, sus zonas preferidas para alimentarse en este coto del Ulla son la desembocadura del río Vea, la zona media del coto (A Burga) y la parte baja, junto al puente de Pontevea.
Lejos de entrar el polémicas, los pescadores están preocupados. Inciden en que su intención no es, en ningún momento, que se maten estas aves, pero sí demandan un cierto grado de control, habida cuenta de la incidencia que su concentración en estos tramos del Ulla puede representar para la población piscícola. "Tiene que haber muchos métodos para hacerlo", señala Salvador Ortega, incidiendo en que en ningún momento los amantes de la pesca en estas aguas están hablando de acabar con estas aves.
Magnífico nadador y buceador, diversas fuentes documentales aseguran que el cormorán puede llega a alcanzar los 10 metros de profundidad, con capacidad para permanecer sumergido incluso durante un minuto. Todas estas dotes le son de gran ayuda para su alimentación, ya que captura los peces que come zambulléndose bajo el agua. Su facilidad y capacidad hace que incluso en algunos lugares se China se practique la pesca con cormorán.
Su dieta no es especialmente exquisita en cuanto al tipo de peces pero tampoco parece ser demasiado parca con las cantidades.
Ya en ocasiones anteriores quienes disfrutan de estas aguas alertaron del peligro que este elevado número de cormoranes podría representar para la ansiada repoblación de salmón.
Aunque ya no pasa desapercibido en el curso del Ulla por una simple cuestión de número, este ejemplar se revela como una especie huidiza, a la que es difícil acercarse sin que levante el vuelo. Ello hace que su control no resulte sencillo. En todo caso, los pescadores de esta zona llevan tiempo demandando alguna medida. Su presencia evidencia la existencia de peces en el lecho del río pero la elevada concentración hace que algunos se pregunten cómo afectará a las diferentes especies.
