La reunión que ayer mantuvieron en el consistorio de Vilagarcía gobierno local, oposición, técnicos y comerciantes sirvió para poner sobre la mesa una alternativa a la suspensión de licencias -una vía descartada tras el informe negativo de la secretaria municipal- para frenar la implantación de un centro comercial en la parcela de Megasa. La propuesta, que partió de los abogados de Zona Aberta, consiste en una modificación puntual del PXOM en vigor para cambiar la calificación y uso del suelo de la finca de As Carolinas de industrial y comercial -el actual- a solo residencial.
No obstante debe ser la Secretaría Xeral de Urbanismo de la Xunta la que autorice esa modificación urbanística, por lo que el alcalde vilagarciano, Alberto Varela, solicitará el lunes una entrevista con la responsable de la Secretaría para "consultar la posibilidad" de tramitar la propuesta de los comerciantes.
Desde el Concello recuerdan que esa recalificación ya está prevista para los terrenos de Megasa en el borrador del nuevo Plan Xeral presentado por Eptisa en 2013, por lo que -fuentes del ejecutivo socialista- reprochan al PP que si hubiese tramitado el documento ante los organismos competentes y lo hubiese elevado a pleno para su aprobación inicial, "se habría evitado la problemática existente ahora" con el proyecto del hipermercado.
Los técnicos de Eptisa -empresa redactora del PXOM- y también del Ayuntamiento advirtieron en el encuentro de las "pocas posibilidades" de que la propuesta de Zona Aberta salga adelante. En primer lugar porque las aprobaciones puntuales de un Plan Xeral, pese a ser promovidas por los concellos, tienen que ser autorizadas por la Secretaría Xeral de Urbanismo de la Xunta, un organismo, según Ravella, "bastante reticente" a utilizar este tipo de mecanismos cuando un PXOM en su totalidad se encuentra en trámite de revisión, como es el caso de Vilagarcía. En estas circunstancias, para que la Administración autonómica diese el visto bueno a una modificación puntual, esta tendría que estar justificada en un interés público general.
En segundo lugar, los técnicos también alertaron de que, aunque se lograra tramitar la modificación puntual del Plan, esta medida "conllevaría riesgos" puesto que el procedimiento establece la suspensión de licencias durante un año, por tanto limitando el uso futuro de esta herramienta cuando más tarde se apruebe inicialmente la revisión del PXOM, "lo que podría hipotecar la ejecución del Plan y del modelo de ciudad que se pretende definir en él y abriría las puertas a la especulación", avisa el gobierno socialista.
Pese a todos estos riesgos e inconvenientes, el alcalde vilagarciano, Alberto Varela, se compromete a consultar con la secretaria xeral de Urbanismo las posibilidades existentes de utilizar una modificación puntual tal y como propusieron los representantes de la asociación de comerciantes Zona Aberta.
Críticas del PP
Por su parte, el portavoz del PP, Tomás Fole, que asistió ayer a la reunión celebrada en el Concello, considera que el regidor "engañó a los comerciantes en campaña y ahora le da la razón al Partido Popular". "Sorprende ver ahora los esfuerzos de Alberto Varela para contradecirse a sí mismo de lo que decía en campaña y apelar al cumplimiento de la ley que antes ponía en duda", critica el exalcalde.
Los populares afirman que los socialistas emprenden "una huida hacia delante" y "vuelven a buscar culpables externos, en este caso la Xunta, que es quien tiene la responsabilidad última de velar por el interés general". Pese a todo, Fole aplaude que Varela "empiece a entrar en razón, entendiendo que las críticas cambiarán ahora de bando".
