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Ricardo Sánchez, "Cardy": "El objetivo de esta aventura es desconectar y despejar la mente"

El grovense "Cardy" peregrina a Santiago en bicicleta desde París

Ricardo Sánchez en París, al comenzar su peregrinaje. // FDV

El grovense Ricardo Sánchez, "Cardy", pedalea día tras día desde el domingo con el objetivo de completar el Camino de Santiago partiendo desde París. Pero su reto es especial, ya que cuenta con una dificultad añadida: circular en una bicicleta que no dispone de cambio de velocidad. Durante su aventura promociona la Festa do Marisco de O Grove, una celebración a la que pretende incorporarse tras cumplir su objetivo.

-¿Qué supone rodar en una bici sin marchas durante tantos kilómetros y en entornos distintos?

-Utilizo una bici "tuneada" en la que se han cambiado muchas cosas. Se han incluido piezas importantes de hierro, y la parte trasera es más corta y tiene más tracción. Uno nota que va más pegado a la carretera, el contacto con la superficie parece más directo. Y claro, el desplazamiento se vuelve mucho más exigente.

-¿A qué tipo de bici estaba usted acostumbrado hasta ahora?

-Sobre todo me he subido a bicicletas de carretera; no estoy familiarizado con las de montaña. En categoría juvenil me apunté a un club ciclista de Cambados, pero era un humilde corredor aficionado, no aspiraba a lograr victorias. Lo que es evidente es que este deporte siempre me ha apasionado.

-¿Cómo han transcurrido las primeras etapas?

-El primer día, al salir de París con destino Fontainablau, sufrí bastante por culpa de las circunstancias meteorológicas que se iban dando. El tiempo es muy cambiante en este lugar, y a veces pasaba calor, a ratos llovía, y sobre todo me molestaba el viento. Me encontré mucho barro en algunas zonas, con lo que eso supone para avanzar con normalidad, y el viento lateral me obligaba a hacer un esfuerzo extra. Entonces decidí elegir mejor el tipo de trazado, y procuro rodar por carreteras que faciliten la etapa.

-¿Qué otras complicaciones han surgido durante el inicio de esta experiencia como peregrino?

-Algunos de los problemas que tengo que afrontar se deben a que viajo sin GPS, por lo que me he perdido varias veces. De momento, durante estas primeras jornadas, me acompaña mi mujer, que se traslada de unos lugares a otros en transporte público y lleva parte del equipaje que necesito. De todas formas, vengo bien preparado, he traído ropa de ciclista para ir más cómodo y más protegido.

-¿Cómo se desarrolla cada jornada? ¿Divide cada etapa en varios tramos o procura completarlas sin detenerse?

-Intento salir temprano y acabar pronto. Aquí se hace de noche antes y hay que resolver la cuestión del alojamiento. Por eso no me paro a comer, sino que llevo conmigo el clásico avituallamiento de este deporte. El lunes no fue sencillo encontrar dónde pasar la noche, tuve que acudir a la oficina de turismo y me ayudaron a conseguir una habitación, pero la ubicación del establecimiento me obligó a retroceder tres kilómetros desde allí. Aquí, además, los precios son muy altos, y tomar un simple café es bastante caro. Y el gasto por pernoctar suele superar los 50 euros. A esto hay que añadir que no hablo francés y me hago entender como puedo.

-¿Las próximas etapas traerán nuevos desafíos?

-Cuando llegue a los Pirineos me enfrentaré a recorridos muy duros. No descarto bajarme de la bici en algunos lugares si me cuesta demasiado escalar. El objetivo de esta aventura es desconectar y despejar la mente; tiene un componente emocional, además del religioso. Trato de hacer cien kilómetros diarios, pero veremos cómo respondo.

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