Un vecino de la zona de Peralto, en O Grove, alertó a las 7 de la mañana de ayer de que se estaba produciendo un escape de gas en una vivienda del barrio, al lado del restaurante Cruceiro. Llamó al 112, y desde la central de emergencias enviaron una dotación de Protección Civil, cuyos voluntarios comprobaron, nada más llegar al inmueble, que en efecto había un fuerte olor a gas en la calle.

El edificio pertenece a una misma familia, aunque consta de pisos independientes, y el olor procedía de la planta baja, donde se encontraba solo un hombre de avanzada edad. Se tomaron mediciones con el explosímetro dentro del inmueble, y en efecto había una elevada concentración de gases, por lo que se procedió a la ventilación de todo el edificio.

Todo apunta, según los primeros indicios, a que la fuga se produjo en un calentador de agua que le habían instalado al inquilino del bajo anteayer por la tarde, de ahí que se haya llamado a los técnicos de Repsol para que realicen una inspección pormenorizada de toda la instalación.

Los voluntarios explican que en el resto del inmueble no había nadie, puesto que llamaron a las puertas por si era necesario desalojar y no contestó nadie. De ahí que de no ser por la llamada del vecino que olió el gas en la calle el suceso podría haber sido mucho más grave para el hombre que vivía en el bajo, y que finalmente no requirió asistencia médica alguna.

El operativo se prolongó hasta media mañana, y provocó el cierre al tráfico de la calle.