Las bodegas dicen que el proceso del Pazo paraliza sus planes de expansión

Las tres señalaron que si decidieron optar por el concurso era por su necesidad de ampliar viñedos. En el caso de Freixenet, se trataba de adquirir una propiedad que le permitiese seguir lanzando al mercado la marca Vionta de vino albariño. Y en el caso de las dos cooperativas gallegas, era la ocasión para ampliar las hectáreas que en la actualidad explotan. Los planes de expansión de ambas recogían la necesidad de adquirir nuevos terrenos y, según explican, a la espera de saber si se convertían en dueños del Pazo, fueron dejando atrás otras ofertas de inversión que de no salir adjudicatarios podrían haber retomado a finales de enero.

Espera

La decisión del Plan les obliga ahora a esperar varios meses más y los tres coinciden en que eso supone un importante varapalo para sus firmas: "Una empresa tiene que ser mucho más dinámica. No puede tener parada la toma de decisiones durante tanto tiempo", explica Juan Vázquez, director de la firma Martín Códax.

Las tres coinciden también al señalar que siguen interesadas en adquirir el Pazo aunque serán sus respectivos asesores los que deberán decidir, una vez se conozcan las bases, si sigue siendo rentable: "La situación es distinta. Por ejemplo, ahora estamos en una crisis económica que no había antes, que no sólo puede influir en el mercado del vino sino que además influye en el mercado financiero. Los tipos de interés son hoy distintos lo que nos obliga a volver a analizar el proceso", explica Vázquez.

Como los responsables de las otras dos bodegas, reconoce que le tranquiliza saber que, sea cuál sea la decisión de Estrasburgo, no habrá perjuicio para la adjudicataria pero, de ser así, no ve la necesidad de repetir el proceso: "Si el recurso es inocuo ¿qué necesidad hay de repetir el concurso para incluir en las bases el recurso de las herederas?", se pregunta.

Las bodegas recibían ayer mismo un correo del Plan en el que además de adjuntarse el informe del abogado del Estado, de 20 folios, se les remitía un escrito de la Mesa informándoles de que habían decidido asumir las directrices del abogado que, como adelantábamos ayer, se resumían en tres puntos: El primero, la inexistencia de argumentos legales para suspender el proceso hasta conocer la resolución de Estrasburgo, tal y como pedían las hijas de Oubiña. El segundo, la garantía qde que, aún estimándose su petición, ello no afectaría al adjudicatario de los bienes y tercero, su decisión de retrotraer el proceso para que el pliego recoja la nueva circunstancia, entendiendo que así lo exige la ley.

Por último, en el escrito remitido a las bodegas les informaban que podrían retirar sus plicas y que se les comunicaría el inicio del nuevo proceso para que volvieran a presentarlas si lo considerasen conveniente, quedando abierto el proceso a la incorporación de otras firmas que pudiesen estar interesadas.

Adolfo Heredia, enólogo de Freixenet, considera importante que el nuevo proceso se inicie con rapidez y confía en que el Plan no obligue a las cuatro firmas que participaron en la anterior puja, a volver a presentar toda la documentación: "Sería absurdo que nos obligasen a volver a presentar balances, cuentas auditadas y toda la documentación que ya entregamos, teniendo en cuenta que ya está en sus manos".

En segundo lugar, le parece importante saber qué va a pasar con el Pazo hasta que este nuevo concurso se resuelva, pues está claro que no se conocerá al nuevo dueño antes del 1 de junio, fecha en la que concluye el contrato con Freixenet. La firma catalana se mostró dispuesta a hacerse cargo de la próxima vendimia, que se producirá después de esa fecha: "Siempre hemos colaborado con la administración judicial y lo seguiremos haciendo con el Plan si fuese necesario", explicó Heredia.

Por último, Javier Zas, gerente de Condes de Albarei, confirmó también que siguen interesados en el Pazo "siempre que no haya grandes cambios en las bases".