La construcción del nuevo pabellón deportivo de A Parda podría salir a licitación a comienzos de 2023, según las previsiones del gobierno local. Será uno de los equipamientos municipales más ambiciosos en el actual mandato, según indicó la portavoz del gobierno local, Anabel Gulías.
El Concello finaliza ahora el proceso de expropiaciones previas para la creación de este pabellón deportivo, al incorporar una última parcela al terreno. Se debatió en la xunta de goberno local celebrada ayer. Esta nueva incorporación de terreno sería utilizada para crear un acceso peatonal o lograr una distribución más efectiva de los equipamientos que se construirán en su momento.
El gobierno local estudió ayer la propuesta para afrontar la expropiación del terreno, en una parcela en la calle Tomás y Valiente (al lado del edificio judicial), que vendría a adecuar la parcela municipal necesaria para realizar esta obra. “Ya habíamos expropiado una serie de parcelas para este futuro equipamiento, en concreto tres”, de 141, 255 y 66 metros cuadrados respectivamente, según indicó la portavoz del gobierno local. Ahora “damos un paso más en la próxima construcción de este pabellón», añadió Gulías.
Se logra así la titularidad municipal de todos los terrenos en los que se va a construir el pabellón. Con esta nueva expropiación, se añade al terreno una porción de terreno que cuenta con una superficie de 466,60 metros cuadrados, lo que permitirá crear un acceso peatonal o lograr una distribución más efectiva en el día de mañana.
Esta expropiación será realizada por un importe de 184.448,85 euros. “Daríamos por finalizado el proceso de expropiaciones con este terreno, lo que nos permitirá seguir avanzando en la licitación del futuro pabellón de A Parda”, concluyó la portavoz del gobierno local.
En cuanto al diseño del pabellón, se prevé que sea una edificación con una gran altura, para la práctica de gimnasia, lo que también apunta la posibilidad de crear una instalación adicional, como un rocódromo, en uno de sus laterales, que aproveche esta altura del edificio. Se quiere que tenga “una calidad excepcional” por tratarse de una “obra ambiciosa, una de las más importantes del mandato”.
