Recuperada la normalidad en los encuentros sociales, Pontevedra volvió a vivir los actos centrales de la fiesta de la Peregrina, con la misa pontifical por la mañana, presidida por el arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio, y la procesión que recorrió a última hora de la tarde las calles del centro de la ciudad. La ausencia de restricciones sanitarias sufridas en los dos últimos años por la pandemia sanitaria, hizo que una multitud de personas tomase las calles tanto para seguir la procesión como los restantes actos festivos de la jornada central de esta semana grande de Pontevedra.
El buen clima y las ganas de reencontrarse con la fiesta hizo que algunos de estos actos fuesen probablemente los más concurridos que se recuerdan en los últimos años, entre ellos la procesión, que recorrió el centro de la ciudad con la imagen de la Peregrina sobre su tradicional carruaje, tirado de forma simbólica por niños ataviados con el traje de gala de peregrinos.
La comitiva procesional contó con la presencia de la vicepresidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, el presidente local del Partido Popular, Rafael Domínguez, varios concejales de esta agrupación, entre ellos la encargada de leer la ofrenda provincial a la Virgen, Pepa Pardo, el diputado y alcalde de Cerdedo-Cotobade, Jorge Cubela, así como responsables provinciales del Ejército, la Armada, la Policía Nacional y la Guardia Civil, cuyos agentes también custodiaron la carroza de la Virgen.
La imagen de la Peregrina estuvo acompañada en su recorrido por la Banda de Música de la Brilat, representantes de varias cofradías de la provincia y el Gremio de Mareantes de Pontevedra, además de la Guardia de Honor Municipal, la Banda de Música de Pontevedra y una representación de los Bombeiros de Barcelos, Portugal. Los bomberos portugueses caminaron en la procesión junto a miembros de la Asociación de Amigos do Camiño Portugués a Santiago, presidida por Celestino Lores.
Entre las cofradías de otros puntos de la provincia se encontraban las de Tomiño y Tui.
La comitiva hizo un recorrido corto pasando por la calle Peregrina, García Camba, Riestra, Gutiérrez Mellado y Michelena para regresar al santuario. Abrieron el desfile los gigantes y cabezudos de las fiestas de Pontevedra.
Al finalizar el desfile, ante el santuario, dirigió una alocución a los asistentes el presidente de la Cofradía de la Peregrina, Ignacio Landín. Además, la coral Bella Helenes interpretó la Salve Marinera.
La belleza de los trajes tradicionales se exhibió con varias asociaciones folclóricas, a ritmo de música tradicional gallega, entre ellas Duos Pontes. Precisamente, este colectivo interpretó, como ya es tradición, la danza gremial de cintas, al regreso de la procesión al santuario.
La Virgen Peregrina lució el restaurado manto azul con bordados y flecos en dorado, que las monjas clarisas bordaron hace más de 150 años. La pieza fue reestrenada en 2016 después de que la modista de Tomeza Nati Fontán realizase un extraordinario trabajo. Se trata de la segunda restauración que el manto sufrió en el último siglo.
