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Funk para celebrar el reinicio

La danesa Ida Nielsen, que formó parte de la banda de Prince, propuso una energética noche para disfrutar de ritmos entre el rhythm and blues moderno, el funk y el hip hop

La bajista y vocalista Ida Nielsen fue la gran protagonista anoche del Festival de Jazz. Rafa Vázquez

“Una noche de funk puro y duro”, del que siempre ha estado enamorada Ida Nielsen, pero también influencias del rhythm and blues moderno, el neosoul y el hip hop. El director del Festival de Jazz, José Antonio Ortiz, resumía así antes del inicio del concierto lo que sería momentos después el espectáculo de la bajista y vocalista danesa, una de las más esperadas y que logró llenar de ambiente la noche de la Boa Vila.

“Esto es precisamente lo que queríamos, nos hacía mucha ilusión volver a ver a la gente cantando, bailando y disfrutando”, explica el director, que reconoce que al programar esta 28 edición “buscaba que fuese especialmente festiva, con este tipo de ritmos, mucho blues y funk”. El objetivo, añade, es “revitalizar y empezar a celebrar, esperando que todo vaya bien”.

Ida Nielsen no defraudó. La acompañaron sobre el escenario de A Ferrería el rapero Kuku Agami, el vocalista y guitarrista Oliver Engqvist, el vocalista y saxofonista Jacob Elvstrom y Patrick Dorcean al frente de la batería, en una noche en la que el público pudo disfrutar de los temas de sus últimos discos (como recuerda la organización, además de intérprete es una excelente compositora) y versiones de clásicos del funk.

De nuevo se cubrieron rápidamente las 500 sillas dispuestas en A Ferrería para los espectadores que quisieron contemplar sentados el concierto, mientras que el resto del público se situó en el perímetro, recuperando la imagen habitual del festival sin limitaciones de aforo. “Es una edición muy especial, la del reinicio, y está resultando toda una satisfacción”.

Esta edición del reinicio se despide hoy a partir de las 20.30 horas con otra mujer de talento, la estadounidense Samantha Fish, que celebra este año el décimo aniversario del Blues Music Award a la mejor joven artista de blues, un galardón que hacía presagiar la actual potencia de su trabajo. Ella misma dice, recuerda la organización, “que una de las mayores alegrías de hacer música es el poderoso intercambio de energía que consigue con el público en sus incendiarios shows en vivo”.

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