Con la llegada del mes de julio, el sector turístico también abre oficialmente su temporada alta. Aunque el mes más fuerte es, por tradición, agosto, Turismo Rías Baixas cuenta con unas perspectivas “extraordinarias” para estas próximas semanas.

La propia presidenta de la Diputación, Carmela Silva, ya adelantaba a finales de junio que entonces las reservas garantizaban unos niveles de ocupación de en torno a un 68% de plazas para el próximo mes, 12 puntos por encima de 2021, un año que ya fue de recuperación tras el peor año de la pandemia.

A lo largo del mes se prevé que los picos de ocupación puedan llegar al 80% o incluso por encima de este porcentaje.

Por comarcas, la de Vigo se estima que alcanzará el 77% de ocupación, al igual que O Morrazo; O Salnés llegará al 75%; Pontevedra al 73% y Baixo Miño al 70%. Deza-Tabeirós y Caldas se situarán por encima del 60% y Condado Paradanta del 50%.

Según las previsiones de la Diputación, los mejores resultados se esperan para las ciudades y villas turísticas. Los análisis a partir del big data indican que Baiona llegará al menos al 79%, Vigo al 80%, Sanxenxo cerrará julio con ocupaciones por encima del 77 u 80% y Pontevedra superará el 75%, al igual que O Grove.

También los campings mostraban buenas cifras de ocupación a finales de junio respecto al presente mes y donde parece que se va a vivir una auténtica explosión es en el alquiler de viviendas turísticas con ya un 72% de reservas para julio antes de que se iniciase el mes y algunas semanas en las que se prevé un “lleno total”.

Aunque un 73,14% del turismo que recibe las Rías Baixas sigue siendo de origen nacional, este verano se espera que la comarca vuelva a recuperar un importante porcentaje de visitantes procedentes del extranjero, que cayó como consecuencia de la crisis sanitaria.