El Instituto de Vivienda, Infraestructura y Equipamiento de la Defensa (INVIED) proyecta un ambicioso plan de rehabilitación de siete “pabellones de cargo”, los chalés para mandos de la Escuela Naval localizados en la llamada Avenida de Oquendo de recinto militar. Con un presupuesto de 826.631,72 euros, se actuará en las residencias del jefe de estudios, jefe de instrucción, jefe del SEA, ayudante mayor, jefe de seguridad, secretario de la Escuela Naval, jefe de sanidad y la del propio comandante director.

Se estima la duración de obras en siete meses y en la documentación se detalla que “la construcción de estos pabellones data de finales de década de 1940” cuya rehabilitación nunca se completó. Se añade que “durante los últimos años se planificaron diversas actuaciones que contemplaban el arreglo de los tejados, la sustitución de las calderas de gasóleo por gas, la reparación de los suelos, sustitución de las antiguas ventanas de madera por otras de carpintería de aluminio”.

Sin embargo, “la crisis económica dejó los proyectos a medias: no se han arreglado los tejados, ni se han sustituido todas las ventanas ni los suelos, etc. Siguen pendientes diversos y variados desperfectos, que sin llegar a hacerlos inhabitables, sí merman la calidad de vida y van aumentando el deterioro de las viviendas”

Actualmente, entre las deficiencias más importantes están las “filtraciones de agua por las cubiertas de las torres y por techados de los balcones, debido principalmente al estado de fin de vida de la teja que se ha vuelto porosa y al mal diseño de las bajantes que se modificaron en su día y no funcionan como deberían, además de que las últimas tejas no están instaladas en la secuencia correcta” Por ello, “es necesario la sustitución de carpinterías exteriores de madera, dado su mal estado: éstas serán de madera lacada en verde, igual que la carpintería primitiva”.

También se han detectado “humedades por capilaridad en algunos locales de la planta baja”, así como “suelos con carcoma: La mitad de los suelos son de parqué o de corcho. El problema de carcoma afecta a todos los chalets pero especialmente al 5,6 y 7. Este último es el que está peor”. Además, hay “atascos en los desagües de la casa que tienen el colector en muchos casos completamente obturado por las raíces de los árboles”.

Otro de los objetivos de esta rehabilitación global es “continuar con la sustitución del circuito interior de calefacción”. Al respecto, se recuerda que “se ha llevado a cabo en los chalés, 5, 6 y 7. Las instalaciones interiores de calefacción actuales son las mismas que equiparon inicialmente (las calderas han sido sustituidas recientemente). Estas instalaciones interiores están ejecutadas en tubería de acero dulce, y con el paso de los años la corrosión ha actuado en ellas (especialmente en los tramos de retorno a la caldera) disminuyendo el espesor de la pared y causando la aparición de poros, con las correspondientes fugas de agua, pérdida de presión y parada de caldera”.

Las obras más importantes que habría que acometer son: “Renovación de los tejados de las ocho viviendas, habría que levantarlos, poner aislante y cubierta nueva con canalones exteriores y las bajantes por el exterior; Cambiar las ventanas que quedan de madera y ponerlas de aluminio para igualar todos los edificios del entorno, mejorar el aislamiento y eliminar carcoma; Nuevos desagües y conducciones hasta el colector general; Sellado de las paredes de piedra en muchos puntos; Cambio de los suelos originales que quedan y están afectados por carcoma, empezando por el chalet 7; Tratamiento anti carcoma en todos los chalés; Solucionar la humedad por capilaridad en algunos locales de la planta baja; Completar la sustitución del circuito interior de calefacción en los chalets 1,2,3 y 4”.