Con el final de su mandato como vicerrector del Campus universitario de Pontevedra, Jorge Soto analiza las claves de su periplo al frente de la institución universitaria y hace un balance muy positivo de los méritos logrados en estos últimos cuatro años, en los que tanto el alumnado como la sociedad pontevedresa ha recogido positivamente su modelo de gestión.
–¿Qué valoración hace de sus años al frente del vicerrectorado?
–Eso lo tendrían que hacer otros, pero subjetivamente, diría que la valoración es muy buena. Hemos hecho muchas cosas y todas están sobre el papel. Lo que se ha programado, lo que hemos invertido en horas en el campus, en proyectos como el Campus Crea o en el Green Campus. Mi valoración es muy positiva.
–¿Qué decisiones o proyectos diría que han marcado más al campus durante su andadura?
–Una de las cosas con las que me quedo, en primer lugar, es con mi equipo. La suerte que he tenido de trabajar con ellos, que han sido unos compañeros excelentes. En segundo lugar, la cantidad de cosas que se hicieron en diferentes ámbitos.
–¿Cuáles han sido las líneas maestras en ese sentido?
–Lo dividiría en tres: La programación cultural del campus, con un modelo estable, dinámica y alternativa, con ejemplos como el Aula Permanente de Música Tradicional. Por otro lado, las infraestructuras, con una apuesta muy fuerte por la sostenibilidad del campus, con puestos de recarga eléctrica y placas fotovoltaicas, la finalización del carril bici o la apuesta por la cesión en Benito Corbal. También está el tema de la investigación y la internalización, trayendo nuevos equipos punteros en los dos ámbitos, y la sinergia con entidades de la ciudad como la AECC o Amencer y colectivos empresariales como el Foro de Empresarios, AJE o Aempe.
–En materia de matriculaciones, ¿se han dado los pasos que se tenían que dar?
–En general, creo que hemos logrado algunos hitos. Uno de ellos es que Pontevedra ahora mismo es el segundo campus de Galicia más demandado en número de matrículas. Se le puede achacar a muchas cuestiones. La gente que elige el campus lo hace por las carreras y los profesores y profesoras que allí imparten docencia, que son muy buenos, por las instalaciones, que son de primer nivel. También está la ciudad, que acompaña al campus. A la gente le gusta vivir en Pontevedra, hacer Pontevedra y el campus también hace Pontevedra. Es una cuestión muy relevante. Al final, donde hay alumnos, hay riqueza. Me parece ideal que la gente viva bien aquí y haga crecer la ciudad, y que el Campus sea uno de los motivos.
–Hace cuestión de días, el Campus fue galardonado con el Premio Servir del Rotary Club de Pontevedra. ¿Qué simboliza ese reconocimiento?
–El premio era para mostrarnos el cariño de la ciudad. En la entrega había gente de las administraciones, de las autoridades civiles y militares, que quisieron agradecer la implicación del Campus con la ciudad. Esa relación está para quedarse. Como vicerrector, no puedo entender el Campus sin la ciudad y sus ciudadanos. Todo lo que hemos construido ha sido siempre pensando por y para la ciudad y mucha gente ha sabido verlo. Estamos muy contentos, como pontevedreses, porque nos encontramos cómodos y agradecidos por el cariño que nos han demostrado estos cuatro años.
Hay un compromiso firme con la alcaldía de Pontevedra de que esos terrenos serán para la Universidade de Vigo y hay un compromiso por parte del rector de que en estos cuatro años se va a hacer esa nueva facultad. Yo creo que es algo muy importante para la ciudad.
–¿Qué le deparará el futuro? ¿Seguirá trabajando como docente?
–Vuelvo a mis labores en la Facultade de Ciencias da Educación e do Deporte, que son las de profesor e investigador.
“Nuestro campus tiene que crecer. Los espacios de Tafisa están para lograr ese objetivo”
–En cuanto al crecimiento del campus, ¿qué se puede esperar?
–Nuestro campus tiene que crecer. Los espacios de Tafisa están para lograr ese objetivo.
–Con respecto al alumnado de las facultades pontevedresas, ¿cómo ha pulsado la influencia de su mandato en su experiencia estudiantil?
–A la hora de darle las gracias al alumnado, estoy casi sin palabras, por muchas razones. Recuerdo especialmente, como gestor, los meses de pandemia. El compromiso y la actitud del alumnado han sido de matrícula de honor. Porque gracias a ellos y a toda la comunidad universitaria pudimos salir adelante.Somos casi 5.000 personas, y para gestionar eso tiene que haber complicidades. En ese sentido, el alumnado ha sido exquisito y yo no puedo hacer más que agradecerles la respuesta y su actitud en esas circunstancias y cómo proyectan y abordan su futuro en el Campus de Pontevedra.
