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Crece la moda de la huerta en casa

Lechugas, tomates y cebollas, el cultivo pequeño que sigue marcando la pauta

Una mujer selecciona semillas en Agrícola Peyca. | // G. SANTOS

Los cultivos pequeños para huertas urbanas y jardines siguen siendo los más vendidos a particulares en los comercios agrícolas de la ciudad de Pontevedra, que afrontan 2022 con inquietud ante las subidas de precios y la inflación marcando máximos históricos en el conjunto del país.

“Nosotros vemos que la gente ahora tira mucho más por la huerta urbana, con plantas pequeñas como el pimiento, el tomate, la cebolla o la lechuga”, comenta Óscar, que regenta Agrícola Peyca en la Avenida do Conde de Bugallal.

Esta tendencia al huerto urbano, típico de huecos reducidos o espacios que antes eran de jardín o césped, va contrapuesta, según los expertos, a la huerta grande tradicional, que históricamente se centró en el cultivo extensivo, plantando tanto patata como maíz en grandes terrenos.

“Después de lo más fuerte de la pandemia, lo que más se vende son lechugas, tomates y cebollas, de todo un poco”, reconoce Fernando Almán, tras el mostrador de Comercial La Granja, que también nota especialmente la venta de esquejes de productos de temporada como la mora o la frambuesa.

La cebolla es uno de los esquejes más solicitados para hacer huertos urbanos. | // GUSTAVO SANTOS

Sin embargo, una vez superado lo más de la pandemia, los comerciantes del sector agrícola pontevedrés están preocupados ahora por otros motivos, esta vez de carácter macroeconómico.

La incertidumbre causada por la subida de precios, una de las más altas entre los estados miembros de la Unión Europea, ha sustituido a los picos de venta que tuvieron lugar en plena crisis sanitaria por el coronavirus.

“Queda mucho año por delante y no sabemos todavía cómo va a repercutir”, valora Almán, que teme que se instale un estado de locura en los mercados y se dé una subida muy pronunciada en las materias primas.

“El año de la pandemia hubo un pico, pero estamos volviendo lentamente a los niveles de ventas de antes”, contextualiza Óscar, de Agrícola Peyca, que advirtió una subida fuera de lo común en cuanto a la afluencia a su comercio con la aparición del virus.

También observaron que se acercaba clientela nueva más joven, conocedora de los huertos urbanos, que se animó a llevar a cabo de la clientela que se dedica a esta vertiente de cultivo reducido en casa, “que quitó césped en su casa para poner un poco de huerta en el jardín” .

Para los comercios que se centran en la venta de equipamiento para las labores agrícolas, se vivieron momentos de mucho trabajo en pleno éxodo de la gente que, teniendo casas con terreno, dejaba sus pisos durante un tiempo en busca del aire libre.

“Nosotros hemos vendido más maquinaria pequeña, de hobby, en el punto álgido de la pandemia, pero en los últimos meses se ha estabilizado mucho, apenas hay repuntes”, señala Víctor Martínez, que trabaja en José Estévez As Ferreiras, en la rúa da Santiña, una tienda que se especializa en maquinaria forestal y agrícola más pesada, como tractores grandes y cosechadoras.

Un ejemplar de lechuga en Comercial La Granja. | //G. S.

“En ese mercado, la gente se lleva aparatos de importes bajos, como desbrozadoras de mano o generadores de gasolina. En plena pandemia sí se notó mucho más, porque hubo clientela que decidió convertir su segunda residencia en primera y para eso tuvo que adecentar el terreno y hacer cosas como podar los árboles que tenían”, explica.

“Con la pandemia, la gente buscó campo y hubo muchísimas ventas a ese tipo de clientela. Terrenos que antes estaban a monte se empezaron a trabajar y quien tenía una casa se animó a arreglarla. Ahora, ya tienen la maquinaria”, afirma Antonio, que regenta el comercio especializado en maquinaria agrícola y forestal Novo Rumbo, situada en la avenida María Victoria Moreno.

En su tienda, también notaron un repunte de ventas en cuanto a aparataje pequeño a finales del año pasado, con máquinas como desbrozadoras de mano, segadoras y cortacéspedes entre las más vendidas a particulares.

Sin embargo, el auge de contagios fruto de la variante ómicron ha parado en seco esa tendencia tan positiva para los comerciantes que se dio en los últimos meses de 2021.

“En nuestro caso, el clima también influye mucho, aunque la última ola de contagios hizo que se nos frenaran mucho las ventas”, recalca.

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