Las lonjas de la ría lograron cerrar el ejercicio de 2021 con un incremento de la facturación de 3,7 millones de euros más que en 2020 a pesar de una Navidad en la que los precios que se pagaron en las subastas de algunas especies, como ocurrió con la almeja, fueron en cierto modo “bajos” comparados con los de años anteriores en esta misma campaña.
Así, las cuatro principales lonjas de la comarca (Campelo, Marín, Portonovo y Pontevedra) finalizaron 2021 con una facturación provisional de 12,6 millones de euros. Las cifras hay que tomarlas con cautela, dado que los datos de 2021 son provisionales hasta que se produzca la consolidación de los mismos, tal y como ya advierten en la Plataforma Tecnolóxica da Pesca de Galicia, que es la que recoge los resultados de las ventas que pasan por lonja.
Las cuatro lonjas, Campelo, Marín, Portonovo y Pontevedra, generaron 12,7 millones de euros en sus subastas
Esto es aplicable también al volumen de producto subastado, dado que según estos datos, este incremento de la facturación se habría producido a pesar de un descenso importante en las capturas de las distintas especies que pasan por las rulas. De ahí que es posible que todavía queden datos por cargar. En cualquier caso, los 12,6 millones de euros que deja de volumen de negocio 2021 supone un aumento de 3,7 millones respecto al ejercicio anterior, sumando el resultado de las cuatro lonjas. Como 2020 fue un año atípico debido al confinamiento y el estado de alarma, es conveniente también realizar la comparativa con 2019. En este análisis las lonjas pontevedresas también salen bien paradas, aunque menos: La facturación también creció en 2021 frente a 2019, aunque menos, en 1,4 millones.
Por lo tanto, 2021 no parece que haya sido un año del todo malo para el sector marisquero y del mar en la ría a pesar de que se pudo haber cerrado con un mejor broche tras la decepción del último mes de diciembre.
La facturación también creció el año pasado con respecto a 2019
Una de las mejores noticias proviene además de una lonja histórica que en los últimos años mostraba ciertos síntomas de declive frente al poderío de antaño y que registra una importante reacción: Se trata de Marín. Esta lonja alcanzó un volumen de negocio de 3,5 millones de euros, lo que supone un aumento de 1,37 millones respecto a 2020 y 1,1 millones frente a 2019. Además se percibe también un importante incremento en las especies subastadas, con 769 toneladas más.
En cualquier caso, el ránking en facturación lo sigue liderando Campelo, por donde pasan la totalidad de los moluscos bivalvos de las cofradías del fondo de la ría, que superó la barrera de los siete millones en facturación. Esto supone un aumento de 1,7 millones respecto a 2020 y de un millón si se toma como referencia el 2019.
Marín subastó 1,7 millones más que el año pasado
Portonovo es la tercera lonja de la ría en cuanto a facturación, con 1,9 millones el pasado año, 575.000 euros más que en 2020, aunque 402.000 euros menos que en el último ejercicio sin pandemia.
La lonja del mercado de Pontevedra sigue perdiendo fuelle. Este año fue la única que facturó menos con respecto a 2020 (un total de 158.000 euros, 41 menos que el ejercicio anterior) y también subastó la mitad de kilos de marisco y pescado (9.689 frente a los 13.000 de 2020). En 2019 la cifra había sido de hasta 283 toneladas.
Este incremento de la facturación a pesar de un descenso de las capturas solo fue posible, lógicamente, a un aumento del precio medio por kilo que se pagó a lo largo del año en las subastas, con alguna excepción.
A pesar del batacazo navideño, en Campelo los precios medios del marisco subieron 2,7 euros el kilo respecto a 2020. En Portonovo el incremento fue de 1,02 euros el kilo. En Pontevedra, también subieron los precios una media de 1,06 euros.
El caso curioso es el de Marín, que, como ya se apuntaba, creció no solo en facturación sino también en capturas. En esta lonja el precio medio que se pagó por las distintas especies a subasta incluso bajó en 37 céntimos el kilo.
La entrada de almeja foránea pudo causar la caída de precios en las fiestas
La campaña navideña de este año tenía como contraste, además, la del año pasado que había sido excepcional pese a la pandemia. Solo en la lonja de Campelo, entre el 1 y el 31 de diciembre de 2020 se habían facturado 1,48 millones de euros en subasta de almeja japónica y babosa. Este año, la facturación en ese mismo periodo no llegó a los 836.000 euros, todavía con datos (hay que insistir) provisionales. Las estadísticas de la Plataforma Tecnolóxica da Pesca reflejan un panorama que ya dibujaba el patrón mayor de la Cofradía de San Telmo en Pontevedra, César Rodríguez, esta pasada semana.
El bajón se produjo, sobre todo, en la almeja babosa, fundamental para un sector como es el de marisqueo a flote. El precio medio en este mes de diciembre fue de 15,51 euros el kilo, lo que supone 12 euros menos de la media del pasado año. En cuanto a la japónica, que trabaja principalmente el sector de a pie, el precio medio fue de 13,50 euros el kilo. Aquí el descenso medio fue más reducido, de unos 36 céntimos en todo el mes. El inicio de diciembre fue ilusionante y con buenos precios. Sin embargo, el desplome vino justo al final, con la llegada de las fechas navideñas más señaladas. Lejos quedaron los 30 euros de máximo a los que se subastó el kilo el pasado año, siendo el tope los 22 euros de este año. ¿La causa? Difícil saberlo. Tanto en un caso como en otro desde el sector apuntan a una posible llegada de marisco foráneo desde Portugal estas navidades, sobre todo en lo que respecta a la babosa.
Ventas por especies
Por especies, la japónica sigue siendo la que más facturación aporta a esta lonja a lo largo del año (5.1 millones). En Marín son los cefalópodos (con la pota pequena con 862.000 euros), seguidos de los rapantes (527.000 euros) y la merluza (375.000 euros). En Portonovo la navaja factura 314.000 euros, el pulpo 285.000 y el erizo ya deja 282.238 euros.
