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Declarado “ambientalmente viable” un parque eólico en Acibal previsto desde hace doce años

Una reciente movilización contra la proliferación de planes eólicos. FdV

“Formular la declaración de impacto ambiental del parque eólico Acibal, considerando que el proyecto es ambientalmente viable”. Así se declara en la luz verde que la Dirección Xeral de Calidade Ambiental acaba de otorgar a un polígono de cuatro aerogeneradores en el Monte Acibal, en terrenos de Moraña, Barro y Campo Lameiro, a las puertas del municipio de Pontevedra. Con propuestas eólicas sobre la mesa en otros montes próximos a la capital, como en Marín y en el Castrove, la iniciativa ahora aprobada es el primer plan con este permiso ambiental en las proximidades de Pontevedra dentro de la actual oleada de proyectos que ya ha generado una gran contestación social.

En este caso, se trata de un parque eólico que acumula ya varios años de tramitación, ya que su primer diseño, con una potencia inicial de 12 MW, figuraba en la selección de polígonos realizada por la Xunta en diciembre de 2010. La actual tramitación corre a cargo de la empresa Norvento para instalar cuatro aerogeneradores de una altura de 119 metros, un presupuesto de más de 9,4 millones de euros y una producción neta anual estimada de 43.975 Mwh/año.

Los cuatro molinos se ubicarán en terrenos de Moraña, donde están afectadas las comunidades de montes de Acibal de Rebón y Amil, si bien también figuran las de Perdecanai, en Barro, y de Fragas, en Campo Lameiro, ya que además de los aerogeneradores, se plantean otras instalaciones y al menos 9 kilómetros de viales: más de dos de nueva construcción y casi siete de acondicionamiento de pistas existentes, además de 2.349 metros de zanjas para enterrar el cableado de medio tensión y la red de comunicaciones.

Se incluyen cuatro centros de transformación de hasta 5.500 kVA de potencia unitaria, una red de media tensión subterránea, una subestación transformadora para evacuación de la energía producida en el parque eólico, compuesta por un transformador principal y otro para servicios auxiliares, y una torre meteorológica de hasta 119 metros de altura, junto a instalaciones de agua, saneamiento y un pequeño aparcamiento.

Tras su primera selección en 2010, en 2014 este proyecto se declaró de utilidad pública, si bien la autorización ambiental emitida entonces ha tenido que ser actualizada, trámite ahora resuelto en un documento que establece un plazo de ejecución de seis meses y medio y varias afecciones ambientales, en especial unos 20.000 metros cuadrados de hábitats de afección permanente, entre ellas las Brañas de Amil.

En mayo pasado, el Concello de Barro formulaba alegaciones a este proyecto y se alertaba de los daños que este parque eólico podría ocasionar en la naturaleza. Además, se hacía constar la incidencia en pistas del municipio y en el hecho de que el acceso a los aerogeneradores sería a través de la N-550 mediante vías locales. Según el gobierno local ni la vía que atraviesa el núcleo de Santo Antoniño ni el que recorre por suelo rústico hasta Moraña están pensados para la circulación de vehículos pesados.

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