Desde el minuto uno de la pandemia del COVID Protección Civil de Pontevedra se volcó en la lucha contra el virus, aportando voluntarios allí donde más se les necesitó. Se les pudo ver por las calles repartiendo pantallas y mascarillas, colaborando con el comedor social de San Francisco, dirigiendo a asistentes a lugares públicos y, desde hace meses, en el Recinto Ferial de Pontevedra, donde se lleva a cabo la campaña de vacunación.
Por lo general, su labor en este espacio es la de recibir a los usuarios de la sanidad pública en la entrada y dirigirlos hacia el personal de enfermería en el interior del recinto, y de ahí ya a las mesas de vacunación.
Pero para las personas con algún tipo de discapacidad todo se puede complicar un mundo, ya sea porque tienen un problema físico o psíquico. Y ahí de nuevo cobra un papel fundamental la labor de Protección Civil.
“Los voluntarios acompañan a estas personas al personal sanitario para que le diga dónde deben ir y para que no tengan que aguardar mucho en caso de que haya largas colas”
“Los voluntarios acompañan a estas personas al personal sanitario para que le diga dónde deben ir y para que no tengan que aguardar mucho en caso de que haya largas colas”, explica Hermenegildo Rodríguez Novoa, presidente de Protección Civil en Pontevedra.
“En el caso de personas con problemas físicos, son los voluntarios los que gestionan si necesitan una camilla o silla de ruedas, y en el de otro tipo de discapacidades, como la sordera, hacen de intérpretes con el personal sanitario”, añade. “Es una ayuda que todos ellos agradecen mucho, porque son momentos en los que se encuentran nerviosos, como le ocurre al resto de la población”.
En principio, este cuerpo de voluntarios estará en el Recinto Ferial hasta el sábado, 18 de septiembre. Ahora que la nueva normalidad se recupera y con ella los actos deportivos y sociales, los voluntarios quedan a expensas de la organización del Concello de Pontevedra. A ello se une que la campaña de vacunación ya ha pasado los momentos de mayor asistencia.