Con la puesta en servicio del nuevo colegio de Vilalonga, desde el pasado miércoles y que reemplaza a la vieja edificación de O Cruceiro, el Concello de Sanxenxo se plantea ahora qué hacer con esa infraestructura ahora en desuso. Y parece que ya tiene la solución, también para usos educativos en parte. Se trata de implantar en ese edificio un módulo de FP de Hostelería y Turismo, ya que el instituto de la parroquia no dispone de espacio para nuevas titulaciones, según destaca el gobierno local, que también piensa en un centro sociocultural en ese mismo recinto, “dada la amplitud de las instalaciones”.

El Concello esgrime “cuatro argumentos de peso” para optar por esta ubicación si la Xunta acaba concediendo el módulo: “la buena situación en el centro de Vilalonga, las posibilidades que ofrecen la amplia parcela y el edificio del año 1996 (2.246 metros cuadrados), el espacio libre que se ganará al derribar los cuatro edificios antiguos y los 1.200 metros cuadrados de pistas deportivas”.

El gobierno local, que tiene previsto iniciar de inmediato la tramitación de la desafectación ante la Consellería de Educación para dar los primeros pasos en este nuevo proyecto, asegura que “esta opción permitirá disponer de un edificio de tres plantas (bajo más dos pisos) para acoger el módulo de Hostelería y Turismo que no es posible albergar por falta de espacio en el instituto de Vilalonga”. Recuerda además que el turístico es “un sector en el que Sanxenxo es un referente y que quiere trasladar a la vertiente educativa”.

Considera que “este ciclo podría ser perfectamente compatible con un uso sociocultural. En el exterior, habrá zonas ajardinadas y deportivas que convertirán este recinto en un lugar muy atractivo para los vecinos de Vilalonga”.

El colegio de O Cruceiro se compone de seis parcelas que suman 4.041 metros cuadrados y en las que se han ido construyendo distintos edificios. El más antiguo en del año 1956, posteriormente se incorporaron tres nuevas parcelas en 1965, en 1975 se produce una nueva ampliación de las instalaciones y, por último, en 1996 se construyó un edificio de 2.248 metros cuadrados que es el más aprovechable por su amplitud y buen estado de conservación, según los cálculos municipales.

El gobierno local hace referencia a “la profunda remodelación de la plaza de Vilalonga, la urbanización de la zona de O Revel y las actuaciones en el colegio de O Cruceiro” para subrayar que “suponen una importante mejora urbanística y un triángulo de equipamientos educativos, sociales y deportivos que redundará en la calidad de vida de los vecinos de Vilalonga”.