El comité de empresa de fábrica de Ence y trabajadores de la planta de Lourizán se han concentrado esta mañana ante la Subdelegación de Gobierno para reclamar que se convoque de nuevo la mesa de diálogo sobre el futuro de la empresa, que solo se reunió una vez, a finales de abril. Los trabajadores intentaron entrar en el edificio y finalmente fueron tres representantes de los distintos sindicatos los que se reunieron con la secretaria xeral, concertando una reunión con la subdelegada, Maica Larriba para el próximo martes a las 11.00.

Mientras, los trabajadores se han manifestado en el exterior del edificio durante casi una hora al grito de "Queremos traballar e non emigrar","Traballo digno para nosa terra" o "Goberno escoita Ence está en loita".

"No nos vale un cierre, la Xunta está hablando ya de PERTE, de traslados, sobre la empresa ya se escucha que va a invertir en Navia... Nosotros queremos garantias de futuro y exponerlo todo en la mesa de trabajo. La responsabilidad es de los políticos y de la empresa que nos metieron en esto. Nosotros somos trabajadores", reivindicó a la salida el secretario del comité, Pablo Bacariza. Sobre la posible ampliación de Navia y creación de nuevos puestos de trabajo indicó: "¿Van a echar a los de Navia para meternos a nosotros? ¿Cuántos puestos de trabajo van a ampliar? No nos llevan a Navia…". El comité se reúne este mediodía con el consejero delegado y esperan que les trasladen "sus intenciones claras. Hasta ahora se ciñeron a hablar de la vía judicial y no podemos dejar todo a esa vía".

Además los trabajadores reivindicaron que "somos de Pontevedra y no queremos marcharnos, no sé para dónde tiene que irse esto, no vamos a poner el sitio, lo que queremos es trabajar, pero todos somos de Pontevedra, también las auxiliares y no queremos que esto se deslocalice". El comité de fábrica y ase ha reunido con los abogados y mantendrá una asamblea el lunes con la plantilla para comunicarles los pasos a seguir.

Por su parte el sindicato del comité de fábrica, CIG, la convocatoria inmediata de la Mesa de trabajo sobre Ence y la aprobación de un calendario para que, sin descanso, las administraciones estatal y gallega se pongan a trabajar para buscar la solución que dé continuidad a los empleos y a la actividad industrial.

"Ya está bien de incumplimientos por el Gobierno español de los compromisos adquiridos. Ya estamos hartos de la nula política industrial de la Xunta de Galicia, que solo actúa al dictado de los Consejos de Administración de las empresas, y de Ence en particular. Ya nos son suficiente los comportamientos matonís disfrazados de sindicato. Lo que hace falta son actuaciones urgentes y soluciones", asevera el secretario general de la CIG, Paulo Carril, para quien "el cierre de la fábrica y los despidos no pueden ser el final".

Carril explica que la CIG defiende el traslado inmediato de Ence de las actuales instalaciones y la construcción de una nueva fábrica, como el camino para garantizar la continuidad real de los puestos de trabajo y sentar las bases de una industria de la madera que complete los procesos productivos en Galicia, y no duda en calificar de "suicida" a negativa de Ence a asumir la opción. Para avanzar en esta salida, la central demanda de Ence la aprobación de un calendario de inversiones para llevar adelante este traslado, "dejando de amenazar el futuro de los puestos de trabajo y cesando ya en la intimidación permanente al conjunto del pueblo gallego". 

Advierte, además, que en este conflicto ya se ha perdido mucho tiempo y "cuanto más tardemos en tomar la iniciativa, más colaboraremos en que el resultado final sea injusto para la clase trabajadora y para Galicia". Pues, frente los discursos fatalistas de la empresa, hace falta tener presente en todo momento "que los dueños de Ence tienen alternativa para seguir operando, para no perder riqueza, sin importarle las consecuencias en la destrucción de empleo que puedan provocar".

Por otro lado, el secretario general de la CIG llama la atención sobre los beneficios millonarios generados por Ence sin que se hayan reinvertido este dinero para la puesta en marcha del traslado de las instalaciones actuales, como tampoco se invirtió en la mejora y en la ampliación que permita cerrar todo el ciclo productivo del papel, generando el triple del empleo actual y minimizando el daño ambiental y social.