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El auge del comercio online hace caer la demanda y los precios de los bajos en la ciudad

La crisis provocada por la pandemia también ha influido en que los alquileres estén hasta un 40% más baratos en Pontevedra

Local en alquiler en la calle Gutiérrez Mellado Rafa Vázquez

Hasta un 40% más baratos con respecto a hace un año y medio están los alquileres de bajos comerciales en Pontevedra. La crisis económica derivada de la pandemia de COVID y el auge del comercio online, en parte también provocado por las constantes restricciones vinculadas al coronavirus, han provocado que en algunas zonas de la ciudad los propietarios de locales a pie de calle acepten importantes rebajas en los alquileres tras meses con sus establecimientos vacíos. Aún así, los acuerdos de arrendamiento no se alcanzan fácilmente y muestra de ello son los numerosos bajos sin ocupar que existen en la ciudad.

Como todo, la situación varía según las zonas. Por una parte, las calles más solicitadas por contar con una mayor circulación de personas no tienen apenas locales disponibles y las rentas mensuales se mantienen prácticamente igual que en los últimos años. Es el caso de Michelena, Sagasta y especialmente Benito Corbal. Además de los negocios del grupo Inditex, que llevan años instalados sin cambios y cuentan con locales de grandes dimensiones y, por lo tanto, alquileres también muy altos, un bajo de unos 40 o 50 metros cuadrados en la “milla de oro” pontevedresa ronda actualmente los 2.000 euros al mes.

“En otras zonas sí que se han bajado los precios porque ahora es más difícil alquilar esos locales”, comentan desde la inmobiliaria Merca Service, en la Travesía da Eiriña, que reconoce que “siempre fue difícil alquilar, pero ahora aún más”. En este sentido, apuntan que en la ciudad “hay zonas que están en crecimiento, sobre todo por las peatonalizaciones, pero aún así todavía cuesta alquilar”.

Y es que el bajo comercial ya estaba en el inicio de su decadencia antes del estallido de la pandemia, pero con la llegada del COVID la cosa ha empeorado un poco más. “Los precios han bajado en general porque cada vez hay menos demanda. En el centro, la caída ha sido mayor, pero también es cierto que en las zonas con más tránsito casi todos los locales están ya ocupados”, apuntan desde la inmobiliaria Bolboreta, en Gutiérrez Mellado.

No solo la crisis económica ha sido culpable de esta caída en los precios de los alquileres, sino también el auge del comercio online. “El comercio tal y como lo conocemos está cambiando. Los empresarios ya estaban optando cada vez más por lo online, pero con el COVID el auge ha sido mayor, ya que los consumidores se han adaptado muy rápido al ámbito digital”, apuntan desde esta inmobiliaria, que también señala que “el pequeño comercio, el de autónomos o los negocios familiares, están desapareciendo. Ahora quedan las tiendas de Inditex y de las compañías teléfonicas, ni siquiera los bancos están ya en bajos comerciales”.

Peregrina, Plaza de San José, Riestra, Rosalía de Castro, Cobián Rofignac, Joaquín Costa o Frai Juan de Navarrete son algunas de las calles en las que los alquileres están en niveles asequibles en comparación con otras zonas como Benito Corbal o Michelena. Aproximadamente, en locales de tamaño medio, los precios han caído de los 1.300 euros a los 800 al mes.

Lo que ha provocado esta nueva crisis es que los precios se hayan reajustado a la baja y también que haya mucha más negociación entre los propietarios y quien desea alquilar. Así, tal y como apuntan desde varias inmobiliarias de Pontevedra muchos dueños de bajos se resisten a bajar los precios aunque estos lleven meses vacíos.

Entre las alternativas, tal y como comentan desde Pontehabitat, en la calle Peregrina, “los propietarios proponen dejar algún mes de carencia, pero no varían los precios”. “En Pontevedra, muchos propietarios evitan ajustar los alquileres aunque tengan los locales vacíos meses”, añaden desde la inmobiliaria Michelena.

“Muchos propietarios consideran que ya no les compensa alquilar los locales a bajo precio porque no reciben los beneficios que pensaban. Cuando esas pretensiones no se cumplen, se animan a vender”, señalan como otra alternativa desde Bolboreta.

Además, la bajada de los precios no se ha producido solamente en nuevos alquileres, sino también en locales que ya estaban ocupados. En estos casos, los propietarios han tenido la deferencia de rebajar la renta a los inquilinos debido a los problemas económicos que ha provocado la pandemia de COVID.

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