El área sanitaria de Pontevedra reduce este jueves, una vez más, la incidencia del COVID y baja el número de hospitalizados a menos de diez. En concreto son 7 en planta y uno en Cuidados Intensivos, todos ellos en Montecelo, ya que el Quirónsalud Miguel Domínguez y el Hospital do Salnés no tienen a día de hoy, paciente alguno por la pandemia.

Con siete casos nuevos en las últimas 24 horas y 22 altas, el número total de casos activos es de 171 y los curados totales se acercan ya a los 14.000.

Ante esta bajada de casos, Montecelo ha decidido cerrar, al menos de momento, la planta COVID que funcionó durante más de un año para tratar a estos pacientes de manera aislada. Los enfermos aún ingresados están también aislados, en habitaciones individuales, pero en la misma planta que otros enfermos infecciosos.

Por otra parte, el Sergas mantendrá operativas el 89% de las camas disponibles de hospitalización, 87% en el Hospital de Montecelo y 90% en el Hospital de O Salnés, durante el verano.

Entre los dos centros sanitarios habrá 628 camas de hospitalización disponibles durante los meses de julio y agosto, noventa más de las que contempla como necesarias la planificación realizada por las autoridades sanitarias.

Esta planificación fue diseñada en base al estudio de la afluencia de pacientes en esta época del año, asegurando las necesidades de cobertura asistencial según la previsión de demanda.

En el caso de que el nivel de ocupación hospitalaria supere el 90%, añaden desde la gerencia del área de Pontevedra, un sistema de contingencia dotará de personal específico para utilizar el número de camas necesarias, "garantizando la asistencia de continuidad en todo momento".

La reducción de camas, explican los responsables del área de Pontevedra, es una medida que se adopta por las vacaciones del personal sanitario y por la disminución de los ingresos hospitalarios por procesos respiratorios.

Esta menor actividad será aprovechada también por el Servicio Gallego de Salud para ejecutar pequeñas obras y reparaciones en distintas unidades de sus hospitales que, en otra época del año, sería complicado acometer ante la mayor presión asistencial.