Gran golpe al tráfico de drogas el realizado por la Policía Nacional de Pontevedra tras desarticular un laboratorio en Meis en una operación que ha acabado con seis detenidos, dos de ellos en prisión, y una gran alijo de todo tipo de sustancias estupefacientes.
La operación “Aceifa” desarrollada por el grupo 2 de la Unidad de Droga y Crimen Organizado, Udyco, de Pontevedra incautó 110 kilos de cogollos de marihuana, 1,5 kilos de heroína, 1,5 kilos de cocaína, 800 gramos de crack, dos kilos de hachís y 50 litros de licor de marihuana, 35 kilos de corte, documentación, una prensa hidráulica, una mezcladora industrial, secadoras, balanzas de precisión, alrededor de 400 euros, vehículos y varios teléfonos móviles.
Una casa en el lugar de Mosteiro, Meis, era el sitio que usaban como laboratorio de preparación y corte. Los detenidos, cinco pontevedreses y un húngaro, formaban una organización encargada de la introducción, cultivo, preparación y distribución de importantes cantidades de drogas en toda Galicia. La mayoría de ellos, además, tenían antecedentes.
La investigación se llevó a cabo bajo la dirección judicial del juzgado de primera instancia e instrucción nº 2 de Cambados, permitió realizar el registro de la vivienda y detenciones el pasado 4 de junio. La operación continúa abierta y las autoridades no descartan más detenciones.
Tanto la comisaria provincial Estívaliz Palma, como el jefe de la brigada provincial, José Abreu, y la subdelegada de gobierno, Maica Larriba, destacan la aparición de casi un kilo de crack, “una sustancia especialmente adictiva y peligrosa para la salud”. Un derivado de la cocaína muy poco frecuente en Galicia. En este sentido Larriba añadió que “esto además de una extraordinaria actuación policial es salud, sacando del mercado sustancias que van en contra de la salud”.
Esta operación supone un gran golpe ya que incauta grandes cantidades de sustancias que suman miles de euros en el mercado. Según explica el jefe de la Udyco, cada kilo de cogollo de marihuana se vende a 1.500 euros el kilo, por lo que solo esta sustancia serían 165.000 euros. El de cocaína oscila entre los 30.000 y 35.000 euros, pudiendo incluso tener más rentabilidad al por menor. En el caso de la heroína la rentabilidad es mayor dado que se puede sacar más corte, al igual que el valor del crack, que se consume por micras.
Los detenidos formaban un grupo organizado, donde cada uno desempeñaba un rol con un máximo responsable que coordina todo y da las órdenes y el resto con diferentes cometidos desde parcelar las sustancias al empaquetarlas, cortar o cocinar en un funcionamiento en cadena.
Según el cuerpo, los agentes tienen constancia de que esta organización tiene plantaciones propias o las tuvo, dado que ahora se tratan de cogollos secos, preparados para la venta. “Estas organizaciones suelen alquilar naves industriales para llevar a acabo el cultivo y explotación de estas plantas y posteriormente las dejan”, destacaron.
