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La cruz, ya recolocada en el lugar del Pereiro. | // RAFA VÁZQUEZ

¿Por qué un vecino guardó durante 30 años una cruz de piedra?

El crucero fue retirado en los 90 y un particular lo conservó con la esperanza de recolocarlo

Manuel Couselo, de 69 años, tenía guardado en un cajón el deseo de ver en el Pereiro (en la parroquia de San Salvador, en Poio) la cruz del río Saíde. Aquella que recuerda desde su niñez, al igual que la recordaban sus padres. Dicha cruz, hacía de cruceiro entre los caminos de Casalvito, al Monasterio o a la Iglesia de San Martiño. Pero cuando el camino se amplió, la familia Couselo cedió parte del terreno y la cruz se quitó. Manuel la guardó durante 30 años con la intención de que algún día volviera a estar donde debía. Hace algo más de un año volvió a ponerse en contacto con el Concello contándoles la historia del emblema de piedra y hace unos días volvió a su lugar de origen.

“Yo la recuerdo de siempre y mis padres también. Estaba montada en un cerro de piedra en una finca nuestra y cuando se hizo la pista parte de la piedra se sacó, pero quedó otra piedra que es donde se han colocado ahora”, cuenta satisfecho. “La pusieron como dije yo, como estaba, con un brazo hacia el Pereiro y otro hacia el Rial, protegiéndonos”,relata.

Durante tres décadas la guardó en su huerta, tumbada y arrimada al muro; después de que la pista fuera ampliada a principios de los 90. “Era un camino de un metro ochenta por el que ahora pasa incluso un camión”, recuerda este vecino.

Cuenta ahora que el resto de vecinos también están contentos con que esté de nuevo ahí aunque los más jóvenes la encuentran extraña porque dicen que ahí no había nada: “¿Cómo que no había nada? La cruz estuvo ahí toda la vida”, defiende.

En este sentido el alcalde del municipio, Luciano Sobral, apuntan que quieren desbrozar la zona y ajardinada con un pequeño muro de piedra, a lo que Couselo deja claro que “el terreno es mío y el Concello puede hacer lo que quiera con él para conservarla”. Sobral apunta que este vecino le habló de la cruz “muy ilusionado con que la montáramos. En su familia siempre se habló de esa cruz, con lo cual hay un recuerdo en la aldea y es muy bonito recuperar ese patrimonio”.

El alcalde corrobora que conservó muy bien la cruz, que solo tenía el pie roto, pero que reparó un cantero local y se muestra “agradecido de que este vecino la haya conservado”. Sobral apunta que antiguamente había más cruces de ese tipo, que hacían de cruceiro, muchas que el recuerda. “En el camino real que iba de Pontevedra hacia O Grove había bastantes, aunque ya se perdieron casi todas. En Poio queda alguna en Samieira, pero poco más”, señala.

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