El área sanitaria de Pontevedra y O Salnés cuenta actualmente con 478 casos activos, una cifra que se ha mantenido relativamente estable desde finales del mes de abril. Finalmente, y tal y como consideran especialistas del Complexo Hospitalario de Pontevedra (CHOP), esta cuarta ola se ha mantenido en la horquilla de los 400 a 500 positivos simultáneos (sin contar, obviamente, a los asintomáticos, que engrosarían muchísimo la cifra global).
La preocupación ahora, tal y como ocurre en el conjunto de la comunidad autónoma y de España, es cómo evolucionará la pandemia a partir de este domingo, 9 de mayo, cuando el gobierno central pondrá fin al estado de alarma. Por lo de pronto, en las comarcas que forman el área sanitaria (con cerca de 300.000 habitantes) la situación es ahora mismo visiblemente peor que el 14 de marzo de hace un año, cuando se decretó el primer estado de alarma y el confinamiento domiciliario. Los 478 casos activos suponen casi 40 veces más que los que había entonces, solamente 13.
"Esta cuarta ola se ha mantenido en la horquilla de los 400 a 500 positivos simultáneos"
Lo mismo ocurre con los hospitalizados, solo cinco en marzo de 2020 frente a los 34 en la actualidad, es decir, el resultado de multiplicar por siete. Después de más de un año, la sociedad ha sufrido cuatro olas, siendo la cuarta la actual.
El crecimiento de casos en la primera fue exponencial, de modo que solamente once días después de confirmarse el primer caso en Pontevedra, el 10 de marzo de 2020, la cifra se multiplicó por cien, pasando a 112. Y por 200 a las dos semanas, ya que el 25 de marzo del año pasado ya había 202 casos activos.
En aquel momento el crecimiento tan grande de las cifras fue a lo que la población se agarró para llevar mejor el confinamiento en casa. El miedo a contagiarse en buena parte de ella era elevado y, como consecuencia, el cumplimiento de las medidas también. El pico de la primera ola rozó los 600 casos a finales de abril, pero no los alcanzó. Por el contrario, lo que sí fue especialmente grave y dificultó la labor de los sanitarios fue la presión hospitalaria, que superó el centenar de ingresados ese mismo meses.
La ola más dura en el área fue la tercera, con 2.600 casos activos en febrero
El verano fue relativamente tranquilo en el área, pero tras él, y como consecuencia de la movilidad, tanto de ciudadanos que salieron de Galicia como de los que entraron, la segunda ola golpeó con fuerza a Pontevedra y O Salnés, tras una evidente subida de casos en agosto y de forma consecutiva durante meses. El pico se dio a mediados de noviembre, con casi 1.300 casos activos y 86 hospitalizados.
Muchísimo más dura fue la tercera ola. En primer lugar porque apenas hubo distancia en el tiempo respecto a la segunda, y en segundo lugar porque los positivos se dispararon tras las fiestas navideñas. El punto de inflexión fue el 4 de febrero, con más de 2.600 casos activos. También en esta ocasión los hospitalizados desbordaron a los hospitales: cerca de 150, de los cuales una treintena estaban en la UCI.
La actual cuarta ola es, sin duda, la más contenida. Los enfermos comenzaron a aumentar en número en abril y pese a haber pasado ya un mes, no se ha superado el medio millar. En cuanto a los hospitalizados, los actuales 34 representan la cantidad más elevada.
Cotobade sube al nivel medio, cierra una escuela y controla otros centros
Con nueve casos activos diagnosticados en Cerdedo-Cotobade, el Sergas ha iniciado cribados masivos en la localidad para detectar más positivos. El aumento lo aboca a entrar el viernes en el nivel medio de restricciones. Por el momento, se encuentra confinada la totalidad de la escuela infantil unitaria, donde hay un caso. Además, en el CEIP de Tenorio hay otro positivo y un aula cerrada, mientras que en el IES de Cotobade ya son tres los casos. El alcalde, Jorge Cubela, informa de que se mantiene en estrecho contacto con los directores de los centros y las autoridades sanitarias. En el conjunto de centros educativos no universitarios del área sanitaria de Pontevedra y O Salnés hay 95 casos activos y cinco aulas cerradas. El municipio que más casos activos tiene en la comarca es Marín, con 93, aunque hay que destacar que baja en ocho en un solo día, pero continuará en el nivel alto. En la capital hay 82, por lo que se mantiene estable. Por su parte, en Poio se registran 15, por lo que regresará el viernes al nivel medio-bajo, donde también está Sanxenxo, con 11 casos activos.
La vacunación, que ayer registró colas, suma 35.700 ciudadanos con dos dosis
La vacunación avanza a buen ritmo en el área sanitaria, que lleva administradas hasta el momento 116.822 dosis. Y un ejemplo de la masiva afluencia se pudo ver en la tarde de ayer en el Recinto Ferial, con largas colas de ciudadanos que esperaban por sus dosis. Según fuentes del Sergas, son 45.490 las personas que han recibido una dosis, bien de AstraZeneca, bien de Janssen (que es de dosis única). Por su parte, ascienden a 35.661 los que ya tienen la doble dosis de Pfizer o Moderna.
Hoy continua la vacunación en el Recinto Ferial de Pontevedra, en donde 3.114 personas recibirán la vacuna Pfizer. Esta misma también será administrada a 12 vecinos en el centro de salud de Poio. En el ambulatorio Virxe Peregrina cinco personas están citadas para que se las administre la de Janssen, al igual que otras veinte en el centro de salud de Caldas. Por otro lado, el cribado en farmacias a personas de 12 a 64 años se mantiene activo a través de test de saliva gratuitos para la población debido a un convenio del Colegio de Farmacéuticos de Pontevedra y el Sergas.
