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Un millar de vecinos, comerciantes y técnicos pide que Lores frene la ampliación del Museo

La ven innecesaria en el escenario postpandemia y solicitan a la Diputación que lo reconsidere | Temen el “gran impacto económico” sobre los negocios del centro histórico ligado a las obras

Una veintena de los firmantes de la petición al alcalde ante los edificios fundacionales del Museo, donde se prevé excavar los sótanos para ampliar la institución. // GUSTAVO SANTOS

Más de un millar de vecinos, comerciantes y profesionales han firmado hasta el momento una protesta y un ruego público al alcalde, Miguel Fernández Lores, para que frene el proyecto de ampliación de los edificios fundacionales del Museo mediante la construcción de sótanos en la plaza de A Leña, una obra que la Diputación pretende ejecutar en los próximos ejercicios en el corazón del centro histórico de la Boa Vila.

En el escrito de firmas los pontevedreses manifiestan su desacuerdo, “repulsa y disconformidad” con el proyecto bajo los edificios centrales “y bajo las calles y espacios públicos que los conectan”. Se preguntan cómo es posible que se modifique el plan de protección del centro histórico, Peprica, “para intervenir sobre edificios del siglo XVIII, declarados monumento histórico artístico y con el nivel y protección de carácter monumental”, indica el arquitecto Enrique Barreiro, permitiendo “tolerancias en las condiciones urbanísticas que entran en conflicto directamente con el nivel de protección, haciéndola incompatible”.

Las firmas se dirigen exclusivamente al alcalde, si bien vecinos, comerciantes, hosteleros y también profesionales de la arquitectura trasladan a FARO su petición al vicepresidente de la Diputación, César Mosquera, de que reconsidere la idea a tenor del nuevo escenario postpandemia. Mayoritariamente sugieren una apuesta más asequible (y que los fondos se reorienten, llegado el caso, a servicios y proyectos públicos más perentorios) pero también que suponga un avance real para la zona monumental, por ejemplo mediante la recuperación de edificios emblemáticos hoy en ruinas.

“Teniendo tanta cantidad de edificios a conservar y que sí que verdaderamente están en ruinas en el casco histórico habría que proponerse para los edificios del Museo lo que dice el Peprica, su conservación y salvaguarda, y recuperar otros”

Sergio Portela - Arquitecto y artista

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El artista Sergio Portela es uno de los que expresa su preocupación porque “el proyecto es muy complejo técnicamente y filosóficamente también, porque estamos en un momento con unos requerimientos sociales muy importantes y esto es despilfarrar el dinero. Pero además es que la idea está basada en proyectos de grandes museos de Madrid o París y que tienen un tirón turístico bestial que esta ciudad no tiene”.

“Teniendo tanta cantidad de edificios a conservar y que sí que verdaderamente están en ruinas en el casco histórico”, añade Sergio Portela, “habría que proponerse para los edificios del Museo lo que dice el Peprica, su conservación y salvaguarda, y recuperar otros”. Señala en este punto a conjuntos monumentales como el Pazo Mariño de Lobeira, desde hace años desmontado parcialmente.

El proyecto contempla la excavación de sótanos con el objetivo de añadir 1.900 metros de superficie en el subsuelo hasta sumar cerca de 4.000 metros cuadrados de superficie de exposición

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El proyecto de ampliación del Museo contempla la excavación de sótanos bajo la calle Pasantería y en los propios solares de los edificios con el objetivo de añadir 1.900 metros de superficie en el subsuelo a los 1.945 ya existentes (775 del García Flórez, 800 del Castro Monteagudo y 370 del Fernández López) hasta sumar cerca de 4.000 metros cuadrados de superficie de exposición.

A mayores de los vecinos, también el Colegio de Arquitectos ha expresado su preocupación por la modificación “ad hoc” del Peprica para encajar el proyecto en las normativas. En opinión de los profesionales, constituye un inaceptable “cambio en las reglas de juego”, mientras que los residentes piden a la Diputación y al buque insignia de la cultura de Pontevedra que “den ejemplo” de respeto a las normativas “y no las modifiquen en función de sus intereses. ¿qué podemos esperar de una administración que cambia las reglas según le conviene?”

La modificación del artículo 86, indica Enrique Barreiro, “afecta no solamente al ámbito de la modificación puntual sino a la totalidad de las edificaciones recogidas en el Peprica, esto no es posible sin la revisión de la totalidad del plan”.

“Desde 2014 está cerrado y con carteles de que se está restaurando”

Protocolos de grietas, cierres de calles, desescombrados… Más allá de la polémica por los cambios en las normativas y la utilidad real del proyecto, los vecinos temen el rosario de molestias ligadas a la obra. Y los hosteleros y comerciantes del entorno, sencillamente, una nueva vuelta de tuerca a la maltrecha economía de las pequeñas empresas del centro histórico. “Me parece una barbaridad”, indica Alicia Blanco, una de las vecinas que pide la paralización del proyecto, “será muy perjudicial que levanten toda esta zona, se va a paralizar toda esta parte de la ciudad y en este momento la economía está como está. Eso por un lado, y por otro me parece totalmente innecesario, perjudicial, si los edificios necesitan ser restaurados que lo hagan, pero es inútil que soterren y hagan excavaciones en esta zona, con todos los inconvenientes y la carestía que supone”. Los vecinos no ocultan su indignación porque se aluda a un supuesto estado de ruina de los edificios centrales del Museo. “Desde 2014 llevan cerrados y con carteles que dicen que los están restaurando”, critican antes de preguntarse “si la propia administración incumple el Peprica,”. Enrique Barreiro considera que sí, que se vulnera la obligación de conservar. Señala en este punto que “los pazos del XVIII no están en ruinas, decir eso me parece alarmante, gratuito y carece de rigor técnico”.

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