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Lores: “Habrá que ir a un confinamiento se quiera o no; cuanto más tarde, peor”

Poio lanza un mensaje de emergencia e insta a cesar toda actividad no esencial | Marín pide el cumplimiento de las restricciones y Sanxenxo, “endurecer las medidas”

Gente caminando y paseando por el centro de Pontevedra en la semana de Reyes. | // GUSTAVO SANTOS

Preocupación en los principales cuatro municipios de la comarca de Pontevedra por la evolución de la pandemia, con 1.374 positivos. El COVID se está cebando con Poio, que ya supera los 1.000 casos por cada 100.000 habitantes y cuenta con 274 enfermos activos. De continuar así pronto superará al municipio capitalino, con 297 casos pero cinco veces más población.

El alcalde de Poio volvió a lanzar ayer un mensaje de emergencia instando a la población a guardar la calma pero también a ser muy prudente, autoconfinándose en la medida de lo posible. Cuenta en este sentido con pleno apoyo de su homólogo en la Boa Vila. El regidor pontevedrés reconoce que hay que “tomarse en serio la posibilidad de un confinamiento, porque cuanto más tarde se haga, peor va a ser”.

En Marín y Sanxenxo, aunque también han experimentado un crecimiento, la situación se mantiene más estable. En el primero hay 73 casos (10 más que el día anterior) y en el segundo son 64 (14 más). La alcaldesa de Marín todavía no aboga por el confinamiento, pero recuerda que hay que cumplir estrictamente las medidas restrictivas. Por su parte, el alcalde de Sanxenxo comparte la idea de la Xunta de que hay que endurecer las medidas.

“Hay que tomar decisiones”

“Estamos en una tercera ola que está superando a la segunda y con unos niveles de contagios que no son de recibo y que están provocando cierto ‘colapso’ de las unidades COVID de los hospitales, por lo tanto hay que tomar decisiones”, advirtió ayer Miguel Anxo Fernández Lores.

El alcalde de Pontevedra indicó que “la única forma de doblegar esa curva es reduciendo la movilidad o haciendo confinamientos selectivos”. “Mientras siga habiendo la movilidad que hay, no vamos a ser capaces de controlarlo”, añadió.

Consciente de que todas las medidas restrictivas afectan a la actividad económica, recordó que “hay que compensar dignamente a las personas que tienen que cesar su actividad”, pero subrayó que “habrá que ir a un confinamiento se quiera o no, porque cuanto más tarde se decida, peor va a ser para la economía”.

Y también para la sanidad, dijo, ”porque estamos dejando de trabajar en la actividad normal del sistema sanitario”.

Y medidas prácticas ya ha comenzado a aplicar el Concello de Poio, el más afectado hoy por hoy del área sanitaria, el punto “rojo” de la pandemia.

“Creo, y así los datos nos lo transmiten, que lo que va a pasar es que no habrá otra salida que a partir del martes, cuando se reúna el comité clínico, se decidirá que Poio pase a una situación de cierre perimetral y de toda actividad que no sea esencial. La restauración, ahora al 50% en terrazas, entendemos que será necesario cerrarla, así como otras actividades. Esperaremos a lo que diga el comité científico para intentar bajar la curva”, avanzó ayer Luciano Sobral.

“Los datos, por muy optimistas que queramos ser, nos abocan a ese confinamiento personal y también a un cambio en ciertas actividades. Es lo necesario, y así lo manifiestan los alcaldes de otros concellos, que la solución pasa por cerrarse y cerrar todo aquello que no sea esencial”, consideró el alcalde de Poio.

Recordó que el municipio se acerca a los 300 casos (es muy probable que hoy ya los supere) “y estamos en una incidencia por cada 100.000 habitantes por encima de los 1.000 casos, tanto a siete días como a catorce”.

El Concello volvió a insistir ante la gerencia del CHOP en la necesidad de realizar cribados en áreas con numerosos positivos como Campelo, “pero también un cribado general cuanto antes”.

Pidió tranquilidad y precaución a la población e hizo hincapié en que “la situación es mala en el área sanitaria de Pontevedra y O Salnés y la de Poio es muy mala”.

“No podemos hacer trampas”

Para María Ramallo, “la situación sanitaria es preocupante y las próximas semanas van a ser duras y difíciles”, aunque reconoce que en el caso de Marín “a un nivel menor que en ayuntamientos vecinos”.

Pese a todo, y debido al incremento de casos en el municipio, pide extremar el cumplimiento de las medidas. “No podemos hacer trampas en un momento tan difícil. Tenemos que restringir nuestra actividad al esencial, salir lo menos posible, mantener las precauciones en todo momento, usar la mascarilla y el gel y no estar con personas no convivientes más allá de lo permitido. Vendrán días complejos y tenemos que remar todos en una misma dirección, teniendo responsabilidad individual y colectiva”, resumió la alcaldesa.

Por su parte, Telmo Martín reconoce que en Sanxenxo hay preocupación. “Duplicar los casos positivos en una semana es una noticia muy preocupante y la solución está en nuestras manos. Comparto la idea que tienen casi todas las comunidades autónomas, y también la gallega, de que habrá que endurecer las medidas para acabar cuanto antes con todo esto”, manifestó el alcalde.

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