Esta semana será clave para conocer las consecuencias que las fiestas navideñas han tenido en el área sanitaria en el impacto de la pandemia del COVID. Solamente en Pontevedra y O Salnés desde el pasado 26 de diciembre se han registrado 720 contagios nuevos de coronavirus, a una media de 45 casos nuevos por día. Ayer mismo fueron 51. Todavía faltan por saber cuántos más se han registrado en la noche y el día de Reyes, que se manifestarán a lo largo de las próximas jornadas.
Tal y como informa el jefe del servicio de Alertas Epidemiolóxicas de Sanidade en Pontevedra, Miguel Álvarez, actualmente hay 21 brotes activos en el área, que suponen 141 casos. De ellos, una veintena son brotes familiares, mientras que hay otro de carácter laboral, en el Hospital de O Salnés, con cuatro casos.
“La situación se va a complicar la próxima semana ya que esperamos más casos después de estas fiestas navideñas”, explica.
Destaca que el índice básico de reproducción está por encima de 1 y que la tasa de positividad es superior al 8 por ciento.
“A día de hoy, Pontevedra se mantiene estable”, dice, pero insta a no confiarse.
Según la información facilitada ayer por el Sergas, hay actualmente 736 casos activos en el área, cifra que se va equilibrando con las altas de enfermos curados que se producen a diario, 37 de ellas ayer domingo.
De hecho, desde que se declaró la pandemia, en el mes de marzo, se han producido 6.600 altas.
Menos suerte en la lucha contra el COVID han tenido otras 87 personas, que han perdido la vida tras contraer la enfermedad en estos diez meses en las comarcas de Pontevedra y O Salnés. La mayoría eran enfermos de edad avanzada, tal y como indica el Sergas, y contaban con patologías previas.
Los tres últimos fallecidos hasta el momento eran dos hombres de 69 y 74 años y una mujer de 77, que estaban ingresados en el Hospital Montecelo y que no fueron capaces de superar la enfermedad.
Los 7.418 contagiados que acumula el área desde marzo fueron detectados a través de pruebas rápidas o PCR. En este período de tiempo se han realizado 120.151 PCR y 47.192 pruebas serológicas.
Aunque el 93% de los casos superan el virus en sus propios domicilios sin complicaciones, la autoridades sanitarias advierten de que es importante controlar la pandemia especialmente para evitar el colapso en los hospitales.
En estos momentos, en los de Pontevedra y O Salnés hay 50 personas ingresadas. De ellas, 38 están en planta, mientras que hay otras 12 en cuidados intensivos.
Precisamente, sobre estas últimas alertó la pasada semana el Sergas, que vigila un posible aumento de esta cifra.
De hecho, el comité clínico de expertos que asesora a la Xunta en materia de COVID se volverá a reunir mañana martes, cuando decidirá nuevas medidas restrictiva para frenar la pandemia. No se descartan nuevas acciones sobre la hostelería, en donde se han producido un 30% de los contagios hasta el momento. La mayoría, sin embargo, tienen lugar, según el Colegio de Médicos de Pontevedra, en el ámbito familiar, un 60%. El 10% restante corresponde al área de trabajo de los enfermos.
Empeoramiento en la capital
El empeoramiento en el área sanitaria se deja ver también a nivel local. En el concello de Pontevedra ayer se registraron 11 casos más, por lo que son ya 157 los activos. Igualmente en Poio, con 8 más y un total de 53 enfermos. En Marín hay 58, uno más que el día anterior, y en Sanxenxo, 28.
Asimismo, en municipios que ya estaban limpios de COVID han vuelto a aparecer positivos. Es el caso de Cerdedo-Cotobade, con al menos siete casos activos.
En el conjunto de Galicia hay 7.795 contagiados por coronavirus actualmente, de los cuales 61 están en UCI y 360 en unidades de hospitalización.
“Los asintomáticos tienen papeletas para desarrollar en el futuro enfermedades neurológicas degenerativas”
Uno de los principales esfuerzos desde Sanidade y el Sergas es concienciar a la población de los riesgos que conlleva contraer el COVID, incluso aunque la enfermedad no se manifieste, es decir, que la persona sea asintomática. “Creo que, para concienciar a la población, tendremos que hablar de las secuelas post-COVID, que en algunas personas son bastante graves, la mayoría de tipo neurológico”, asegura Miguel Álvarez, jefe del servicio de Alertas Epidemiolóxicas de la Consellería de Sanidade en la provincia de Pontevedra. El epidemiólogo indica que el coronavirus puede llegar al cerebro por tres vías: a través del nervio olfatorio; desde los pulmones, utilizando el nervio vago, y, fundamentalmente, a través de la sangre, “merced a la tormenta perfecta inmunitaria, la tormenta de citoquinas”. Es por ello que entre las principales secuelas de la enfermedad destaquen la pérdida de olfato y el gusto, como las más frecuentes. Pero también se ha visto, destaca Miguel Álvarez, un aletargamiento por difusión del virus al tronco cerebral, donde se localizan las funciones de control respiratorio y cardíaco. “La más grave es el ictus por esa tormenta inmunitaria”, añade. Se sabe ya que las mujeres sufren más lo que se conoce como “COVID persistente”. “No se conocen todavía las razones; está todo en estudio”, apunta. Es por ello que las autoridades sanitarias insistan en recordar que “esto va a ser la siguiente epidemia”. “Y con esto hay que avisar a los jóvenes”, dice Miguel Álvarez. La razón es que se está viendo que los enfermos asintomáticos, entre los que destacan las personas de menor edad, como los niños y los jóvenes, tienen “papeletas” para desarrollar en el futuro enfermedades neurológicas degenerativas, “que incluyen pérdidad de capacidad mental”. “La Organización Mundial de la Salud ha advertido que existe la posibilidad de que el coronavirus se convierta en endémico y tengamos que aprender a vivir con él”, alerta, a su vez,el jefe del servicio de Alertas Epidemilóxicas en Pontevedra. Mientras la vacuna no llega a toda la población, las únicas medidas deprevención del virus son la distancia de más de metro y medio, uso de mascarilla y uso de soluciones hidroalcohólicas, así como la ventilación de lugares cerrados.
