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La almeja, a precios de récord en lonja

Las elevadas cotizaciones que está registrando el bivalvo se dejan sentir en la plaza

Subasta de almeja de ayer en la lonja de Campelo. | // RAFA VÁZQUEZ

La almeja se está convirtiendo en la “reina” de esta Navidad. La demanda está siendo tan elevada que las cotizaciones del bivalvo se están disparando en lonja y esto también está teniendo su reflejo en los precios que se pagan en las plazas de abastos.

O al menos, la elevada demanda es la única explicación que encuentran a este fenómeno fuentes del sector, que reconocen que el bivalvo, al menos en la lonja de Campelo, se vendió en los últimos dias a precios “nunca vistos”. Si los colectivos de mariscadores ya venían diciendo que estaban superando incluso mejor que otros años la campaña de Navidad, lo que pasó el lunes bien lo podían considerar inicialmente como una inocentada. César Rodríguez, patrón mayor de la Cofradía de San Telmo, reconocía que esa jornada se dieron precios de “récord” tanto es así que se llegaron a pagar en la subasta hasta 71 euros el kilo por lotes de almeja fina extra en el precio más elevado. Son cantidades que, cuando menos no se recuerdan en Campelo. No obstante, sí se puede hacer una comparativa con el año pasado, cuando en la campaña navideña el precio máximo que se alcanzó por la fina extra fue de 55,40 euros el kilo, muy lejos de lo ocurrido el lunes.

La japónica también alcanzó precios máximos esa jornada con cotizaciones de hasta 31 euros el kilo en la de “clase B”, mientras que en 2019 lo máximo que se llegó a pagar en Navidad fue a 13,70 euros el kilo. Llama la atención el hecho de que incluso se pagó más cara esta que la de clase extra.

La babosa también se subastó a muy buenos precios y el máximo se marcó en los 40 euros el kilo, frente a los 33 o 34 euros de máximo de las pasadas Navidades.

Aunque sin alcanzar las desorbitadas cotizaciones del lunes, el martes también se volvieron a subastar las almejas a precios elevados y se esperaba que ayer pudiera descender un poco más estas cantidades tan fuera de lo habitual.

Estos precios altos en lonja tenían su reflejo en el mercado de abastos de Pontevedra en donde una placera explicaba ayer que no recordaba precios tan elevados en mucho tiempo. De hecho, a algunos clientes les dejaron ya encargadas cantidades para mañana en previsión de que pudieran estar más baratas de precio para que fueran más asequibles para el bolsillo.

Estos buenos precios del marisco fueron toda una sorpresa para el sector, que afrontaba el mes de diciembre con dudas sobre cómo podía afectar la crisis del COVID-19 y, sobre todo, las limitaciones a la hostelería, iba a afectar a su trabajo. “Pensábamos que podía ser un mes difícil, que los precios pudieran caer por la posible falta de demanda y al final está siendo muy bueno, se está teniendo suerte tanto en precios como en capturas”, dice César Rodríguez.

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