Las restricciones de movilidad y el cambio en la forma de vida derivado de la pandemia afectan especialmente a las personas mayores que ve muy limitados sus contactos, así como su actividad diaria. Por ello es más importante que nunca mantenerse activo y María Luisa Sonderegger, a sus 97 años, no deja de lados sus quehaceres. Esta vecina de Campelo es la alumna más veterana del programa Saudemente para mayores del Concello de Poio.

María Luisa hace, “con toda la ilusión” los ejercicios del programa que realiza valiéndose de una gafa-lupa, sin presa pero sin pausa. La edil de Bienestar Social, Rosa Fernández, le ha hecho entrega de los nuevos ejercicios y explica que esta mujer “ejemplifica a la perfección la buena acogida que está teniendo el envío a domicilio de las actividades, de manera de que nuestros mayores puedan continuar desarrollando esta iniciativa de forma seguro en sus domicilios”. Y es que debido a la situación actual, las clases presenciales han sido aplazadas por el momento.

“Fueron los propios usuarios los que nos animaron a enviar una nueva remesa de ejercicios, después de lo que mandamos en primavera y en verano. Su cariño e interés es muy importante, porque nos anima a continuar con el desarrollo de iniciativas de este tipo”, incide”, apunta Fernández. Sopas de letras, operaciones matemáticas, lecturas comprensivas, ejercicios de atención y percepción o lecturas relacionadas con el cuidado y mantenimiento mental forman parte del material del programa que tiene una media de edad entre participantes de 80 años.

Con todo, fueron los voluntarios de la Agrupación de Protección Civil de Poio quienes repartieron por las cinco parroquias del Concello, durante el pasado fin de semana, una nueva remesa de ejercicios a personas mayores que participan en el programa Saudemente. Esta es la tercera vez que la Concejalía de Bienestar Social y Juventud impulsa este envío vivienda por vivienda desde el inicio del confinamiento.