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Beatriz Castro y Antonio Luaña | Fundadores de la empresa Caylu

“La hostelería no puede morir porque de ella viven muchísimos sectores más”

“Caylu tenía que llegar para ayudar a gente que, como nosotros, no tenía claro qué iba a pasar con el Covid; gente que lo sigue pasando mal económicamente por esta situación”

Beatriz Castro y Antonio Luaña, en ambos extremos, posan con dos repartidores y Pepe Solla. | // FDV

A causa de la pandemia, pero sobre todo, a raíz del confinamientos y, más recientemente, del toque de queda, mucho se está hablando sobre la necesidad de arropar al sector de la hostelería. Como también de los intentos del sector por reinventarse para no acabar hundido por el coronavirus. Llegados a este extremo, entran en juego empresas como Caylu, fundadas para llevar el producto de los mejores restaurantes a casa de sus mejores clientes. Beatriz Castro y su esposo, Antonio Luaña, son los mentores de esta iniciativa, gestada en O Grove, aplicada inicialmente en esta localidad y en Sanxenxo, ampliada recientemente a Pontevedra y, ahora, a la espera de estrenarse en Vilagarcía.

–¿Cómo y por qué nació Caylu?

–Una tarde de lluvia y confinamiento, sentados en el sofá y hablando de lo mucho que anhelábamos poder visitar algún restaurante de la zona, pensamos que era una lástima que no existiese en O Grove una plataforma de servicio a domicilio como las de ciudades más grandes, para poder elegir el tipo de comida que en cada momento te apetezca. Acabábamos de recibir la noticia también a través de los medios de comunicación de que la hostelería iba a sufrir las consecuencias de la pandemia con la reducción de los aforos, por lo que comenzamos a darle forma a la idea de montar nuestra propia plataforma de delivery. Se trata de llegar a los restaurantes, pero también a los hoteles que no tengan dicho servicio y que quieran ofrecerlo a sus clientes. Lo que hicimos fue contactar con mi amiga de toda la vida de Sanxenxo, Iria Maquieira, de Rincón dos Barcos, y su primo, que es un conocido empresario hostelero. Les expusimos la idea y nos dieron el empujón que necesitábamos para meternos de lleno en el mundo del delivery. Decidimos montar la plataforma en O Grove y Sanxenxo, y es así como nació Caylu, que es el acrónimo de Castro y Luaña.

–Y desde entonces ha sido un no parar.

–Así es. Ha nacido con mucho trabajo, dedicación y esfuerzo en un momento nada fácil, a causa de la pandemia. Pero decidimos sacrificarnos para hacer realidad nuestro sueño.

–¿También pensando en la hostelería?

–Claro. Teníamos claro que siendo hosteleros no queríamos montar una plataforma que absorbiese todos los márgenes de los restaurantes adheridos, sino que les ayudase a mitigar un poco los devastadores efectos de haber reducido los aforos. Caylu tenía que llegar para ayudar a gente que, como nosotros, no tenía claro qué iba a pasar con el Covid; gente que lo sigue pasando mal económicamente por esta situación y necesita un balón de oxígeno. Teníamos claro, también, que no podíamos llegar para “aprovecharnos” de la situación, sino que teníamos que plantear un modelo de negocio en el que ganasen las tres partes implicadas: el restaurante, la empresa de delivery y, por supuesto, los repartidores o riders, que al fin y al cabo son nuestra imagen principal y a quien tenemos que cuidar, porque son ellos nuestra cara visible y el reflejo de la calidad de nuestro servicio.

–O sea, que no quieren que les pase lo mismo que a otras empresas de reparto...

–Claro que no. Todo nuestro personal tiene que estar legalmente contratado.

–Algunos pensarán que esto que proponen ya está inventado y que no les durará mucho.

–Nosotros vemos que el servicio a domicilio ha llegado para quedarse. No necesariamente tiene que estar reñido con el servicio directo en mesa, sino que puede ser perfectamente complementario. De esta manera estaremos ayudando a que cada restaurante tenga dos vías de ingresos: la venta directa y la venta a domicilio. Nuestra mayor satisfacción es prestarles un servicio que antes no tenían o no les era rentable, teniendo en cuenta los elevados costes a los que se tenían que enfrentar si tenían personal de reparto directamente contratado y motos propias. Nosotros se lo damos todo a cambio de una tarifa de adhesión y un porcentaje sobre las ventas si superan unos determinados límites, ya que a mayor volumen de ventas necesitamos contratar más personal. Si cada empresario lo analiza en detalle le compensa adherirse a nosotros.

–¿Puede decirse que Caylu es una especie de salvavidas para el sector?

–Lo que tenemos muy claro es que la hostelería no puede morir, porque de la hostelería viven muchísimos sectores más. Tiene que salir airosa de todas las difíciles situaciones a las que nos enfrentamos, y Caylu va a estar ahí, para ayudar a los hoteles y restaurantes que lo necesiten.

“La ciudad de Pontevedra se ha volcado y tanto Pepe Vieira como Pepe Solla apostaron por nosotros”

–Esto de lanzarse así con un negocio en plena pandemia tiene algo de locura...

–(Risas) Más bien de aventura. Hemos sido muy aventureros en todo esto, porque en apenas un mes montamos la plataforma, creada expresamente para nosotros, en dos meses estuvimos operando en O Grove y Sanxenxo y en tres, hemos abierto en Pontevedra de la mano de un “estrella Michelin” como Pepe Vieira, quien tenía claro que si apostaba por el servicio a domicilio en la ciudad tenía que hacerlo con nosotros. Y así fue como aterrizamos en la capital de la provincia, con muchas ganas y dispuestos a poner todo nuestro empeño en demostrar que el servicio a domicilio no está reñido con la calidad. Seguramente cometeremos errores, pero lo importante es aprender de ellos y que no vuelvan a cometerse. Nosotros estamos aprendiendo y tratamos siempre de que tanto los restaurantes como los clientes que confían en Caylu tengan a alguien al otro lado con el que poder tratar para solventar cualquier duda o ayudarles con algún problema.

–¿Qué tal la experiencia pontevedresa?

–Pontevedra se ha volcado con nosotros. Pepe Solla, de quien sobran las presentaciones, también ha confiado ciegamente en nosotros y ha abierto las puertas de la “Radio Pepe Solla” a toda Pontevedra de la mano de Caylu, abriéndonos con ese carisma y cercanía que le caracteriza también las puertas de su casa y remando en el mismo barco en un mundo para él desconocido. El Rincón Mexicano, la Bocatería Orange, Brisa Atlántica o Taberna Zentola están ya en marcha con Caylu en Pontevedra, y muy próximamente lo estarán La Quesera, La Tapería Loaira (propiedad de Iñaki Bretal, también del Grupo Nove), el Bocarte, Bar Plaza y muchos otros que se irán incluyendo. Lo cierto es que hemos recibido infinitas llamadas de la restauración en Pontevedra, así como de otras zonas de Galicia e incluso de fuera de nuestra comunidad autónoma.

“Confiaron en nosotros”

–Ofrecen un servicio nuevo en plena pandemia. Pero es que, además, creando empleo.

–Efectivamente, y nos aporta muchísima satisfacción. Por eso tenemos que dar las gracias a todos los restaurantes que han confiado en nosotros desde el minuto uno, pues sin su ayuda no hubiéramos llegado jamás a plantear seguir expandiéndonos. Hablo de esos restaurantes que apostaron por nosotros sin conocernos de nada, a los que les mostrábamos apenas una idea que ni siquiera sabíamos si iba a resultar o no, porque somos hoteleros, pero nunca habíamos estado del otro lado. Hablamos de negocios que confiaron ciegamente en nosotros, como La Posada, La Lucense, El Rincón Restaurante Vinoteca, chiringuito O Portiño, restaurante Remy, Zona Zero o Cons da Garda, en O Grove, pero también de Rincón dos Barcos, restaurante Berberecho, Casa Aurora, American Food Racing Dakart, Japo Burguer, La Pepita Burger, La Jamonería Charra, Mardivino, restaurante Potus y Estrella del Norte, en Sanxenxo.

“Pronto será Vilagarcía”

–Todo empezó en O Grove, pero ya están en Pontevedra...

–Después de un verano intenso nos dimos cuenta, a raíz de varias llamadas de otras zonas, como Vilagarcía y Pontevedra, que nuestro producto podía expandirse. Por eso nos aventuramos a seguir dando forma a este proyecto y llegamos a Vilagarcía para presentarlo a la hostelería. Conocimos a Isidoro Márquez, quien quiso embarcarse en nuestra aventura como franquiciado para poder implementar Caylu en toda la ciudad y llegar también a los alrededores, como A Illa, Vilanova y Cambados. Es una franquicia que en breve abrirá sus puertas con toda la filosofía Caylu y a la que nosotros apoyaremos desde la central.

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