Planos y fotos antiguas completan el trabajo de investigación "El muelle del Burgo, el último peirao pontevedrés", la nueva obra del restaurador y gestor cultural Leoncio Feijoo, en la que profundiza en el periplo "de lo que eran hasta hace escasos meses las escaleras situadas al norte del puente de O Burgo", explica. El autor lamenta que con la obra del puente "hemos hormigonado el último vestigio de la Moureira marinera".
- ¿Cómo nacieron estas escaleras?
-Lo que descubro es que se trataba de una infraestructura portuaria, probablemente estaríamos hablando de las más antiguas de Galicia; y lo asombroso es que figura ya en las primeras planimetrías de la ciudad de finales del siglo XVI, es decir del Renacimiento, en tiempos de Felipe II.
- ¿Era un puerto?
-Claro, es que una de las primeras características del puente de O Burgo, que también dicen todos los historiadores, es que servía era puerto. Hasta ahí llegaban los navíos, y lo que hace la ciudad cuando se desarrolla, cuando tiene un auge marítimo importante, es ir especializando los usos. Así que lo que hace es que los traslada al norte del puente del Burgo, que serían estas escaleras, y al sur. De ese sur prácticamente lo único que queda es el nombre de la plaza del Muelle, esos dos eran los puertos más importantes que tenía Pontevedra, los situados en el entorno del Burgo.
- ¿Cómo evolucionó esta infraestructura en el tiempo?
-Es muy curioso, con lo publicado podemos más o menos trazar la evolución, tenemos los dibujos del siglo XVI, también el célebre dibujo de Baldi, tan manido y usado, autor que curiosamente lo que dibuja en esa obra en primer plano es la cabeza de este muelle. Y lo que hace la documentación de esos años, muy interesante y elocuente, es describir todo, por ejemplo las gradas que tenía, sus nombres, que se llamaba Peirao. Y después los ilustrados hacen un esfuerzo por conservarlos.
- ¿Qué es lo que más le llamó la atención al investigar este antiguo muelle?
-El esfuerzo que hace la burguesía del siglo XVI para mantener la navegabilidad del río Lérez, porque tenían muchísimo miedo a que al construir el puente de A Barca se impidiese el paso de las embarcaciones aguas arriba.
- Deduzco que el tramo superior decae totalmente a partir de la construcción del ferrocarril
-Si, paradójicamente lo único que se conservó hasta los años 60 fue el muelle de As Corbaceiras y A Barca, llegaban hasta allí embarcaciones.
- ¿Qué opina de la intervención sobre esas escaleras realizada estos meses en el marco de las obras del puente de O Burgo?
-Creo que la obra debió ser muchísimo más respetuosa con el original, porque eran unas escaleras de cantería que se documentan a lo largo de cinco siglos seguidos, una historia por la que debimos tener más respeto. Creo que la obra debió ser muchísimo más respetuosa y hoy podríamos ufanarnos de decir que tenemos en O Burgo los vestigios de la Pontevedra antigua. Porque la paradoja es que siendo A Moureira la zona marítima por excelencia ya no queda nada, quedaba un reducto pintoresco en O Burgo, y eso es lo que se ha hormigonado ahora.
- ¿Cómo pedía la burguesía que fuese el puente de A Barca?
-El primer puente era sobre pilotes y lo que piden los comerciantes ( sonríe) es que se construya un puente levadizo. Después se hizo el actual, pero hay un problema horroroso que va a truncar toda la navegabilidad de la ría, que el tendido del nuevo puente del ferrocarril en 1899 se hace muy bajo, lo que va a impedir que los navíos de alto bordo remonten el río, hacia los muelles que estaban situados cerca del puente de O Burgo, que era el corazón de la ciudad ya.
- Imaginaba que fue la colmatación el factor que le dio la puntilla y lo hizo inservible?
-La colmatación sí, pero afectó a otro tipo de flotas, aquí estamos hablando de embarcaciones menores, de barcazas, pequeños galeones etc, no flotas interoceánicas, pero la burguesía era consciente de la importancia que tenía la navegación. Hay que darse cuenta que se trata de una época en la que no hay camiones, que el ferrocarril no está muy implantado y para llevar mercancías como el carbón o la sal al centro de la población la vía marítima era fundamental.
