La fábrica de componentes para automóviles Trèves, con sede en O Campiño, estudia un ERE "de carácter preventivo" en caso de que haya problemas de abastecimiento por los efectos de la coronavirus.
Se trata de una decisión que la empresa negociará la próxima semana con los trabajadores y sus representantes, aunque desde el comité de empresa aseguran que en ningún momento hay riesgo de parada y que se garantizará en todo momento el trabajo. "Es, solamente, al que hay que negociar la próxima semana por si llega a pasar algo", explica el presidente del comité, David Couñago.
En todo momento, subraya que no se habló de parar la producción debido a la enfermedad que tanto está afectando al país asiático.
Además, destaca que "hay stock" de esas piezas llegadas desde China, por lo que la carga de trabajo seguirá siendo la misma por el momento.
Una cuestión que sí preocupa a la plantilla es que el sector del automóvil no se está adaptando a los nuevos tiempos y sigue apostando por el diésel.