El PP de Jacobo Moreira había sido la fuerza más votada en 2015 en doce mesas, ocho del rural (dos de Lourizán, una de Campañó, la de Cerponzóns, otra de San Andrés de Xeve y tres de Pontesampaio) y cuatro del casco urbano (dos del Valle Inclán y dos del colegio de Campolongo).

Cuatro años después, el PP de Rafael Domínguez no solo consigue dos mil votos más que entonces, sino que duplica este número de victorias parciales y llega a veinte urnas como fuerza dominante. El aumento se concentra en el rural, donde se debilita el apoyo a Lores. En la ciudad añade A Seca y dos mesas de Monte Porreiro, pero en las parroquias llega a quince triunfos parciales: Cinco mesas en Lourizán, la de Bora, una en Alba, tres en Campañó, una en Lérez, la de Cerponzóns y Verducido y las dos de San Andrés de Xeve.

En Campañó el dominio del PP es el más significativo, con porcentajes que alcanzan en algún caso el 50% aunque también destaca el caso de Lourizán, por encima del 40% en bastantes urnas, así como el 45% en una mesa de Lérez o el 42% en San Andrés.