| Leo Bassi se subió ayer al escenario del Teatro Principal para rendir un homenaje a una ancestral profesión, la del bufón, de la que su familia es heredera desde hace 170 años. Bassi, que mostró una faceta artística muy diferente a la que le consolidó como uno de los mejores humoristas del mundo, convenció a su público con espectáculo reflexivo e intimista en el que Bassi compartió reflexiones como la necesidad de hacer del humor la herramienta con la que revelarse contra el poder establecido. Y para lograrlo, Bassi considera "fundamental" la figura del payaso, del bufón, capaz de arrancar una profunda carcajada a quien sea capaz de entender su irreverencia.