Un ejemplo de la prolongada tramitación que acumula el proyecto de la A-57-circunvalación lo constituye la colección de informes que ya ha elaborado la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural de la Xunta, el último de ellos el pasado mes de diciembre, a raíz de la citada "addenda" en la que se incluyen las últimas determinaciones ambientales y de otra índole. En nueve años, Patrimonio ha emitido al menos cuatro informes: en diciembre de 2005, en mayo de 2011, en mayo de 2014 y en diciembre pasado, además de autorizar en agosto de 2009 una prospección arqueológica sobre el terreno. En todos los casos se cita expresamente la traza del Camiño Portugués, así como la existencia de otros posibles yacimientos arqueológicos.
En el último documento, de hace apenas dos meses, se ordena "realizar un estudio arqueológicos específico para la adecuada delimitación del Castro da Farexa/Coto Loureiro" debido a su relación con el Camiño Portugués, lo que podría suponer la aplicación de medidas correctoras adicionales. También se ordena prestar atención a la posible "existencia de trazados de la Vía XIX del itinerario de Antonino y a la posible superposición con el Camiño Portugués", ruta a la que se le presta especial atención toda vez que en alguno de sus tramos resultará afectada, si no alterada, por la obra. De hecho, se establece un grado de impacto (compatibles, moderado o severo) de la ejecución de la autovía con los posibles restos antiguos y se aplica el nivel más grave a la "Vía Romana, el Camiño de Santiago, un hórreo en Pintos y una mina de agua también en Marcón".
En este último informe de Patrimonio se reprocha a Fomento la ausencia de varios estudios ya solicitados con anterioridad pero no aportados en esta "addenda", por lo que vuelven a ser reclamados.
