"Estoy convencido de que somos memoria: somos lo que somos porque tenemos un pasado, que hay que ponerlo siempre al día, ver que se descarta y que se conserva. Un hombre amnésico no es nada, un país que no se preocupa de su pasado no acertará nunca". El historiador Xosé Fortes Bouzán resume así el por qué de una nueva obra sobre Pontevedra para un autor que ha dedicado cuatro libros (entre ellos, Historia de la ciudad de Pontevedra o Pontevedra en el espejo del tiempo) a su ciudad.

Se presentará el próximo martes, día 13, a las 20 horas en el Liceo Casino y se propone ser "un mirador ameno y actual" al devenir de Pontevedra, recorrido que se ilustra con varias imágenes, dibujos y mapas para facilitar la comprensión.

"Creo que con este libro la historia de Pontevedra la he completado", añade a propósito de una obra que se detiene especialmente en el fuero de Fernando II de 1169; el siglo XVI, la época dorada del comercio de la ría; la capitalidad y, muy especialmente, la Restauración.

"Ésta fue el medio siglo de oro de Pontevedra, con la generación pontevedresa del 98, figuras de la importancia de Valle Inclán, Said Armesto o Torcuato Ulloa, con el Liceo Casino como centro cultural", señala el historiador.

Fortes Bouzán analiza inicialmente como el fuero de 1169 permite que Pontevedra se convierta en la ciudad más próspera de Galicia; el paso de la oscura Edad Media a una ciudad "con una intensa vida comercial, pleno empleo, más cultura y alfabetización y hasta a la moda, porque frente a la oscuridad de la Edad Media la moda del color se impone".

Es también una Pontevedra más divertido "con toros y comedias, y del Corpus y otras procesiones se pasa a celebrar la Feira Franca y San Juan".

La decadencia a partir de finales del siglo XVI sería terrible: "Ninguna ciudad gallega sufre un colapso tan largo e intenso, y es que en la historia hay dientes de sierra: tras el esplendor cultural de la República vino el franquismo, la longa noite de pedra".

La capitalidad es otro de los temas que analiza el historiador. "Significó en su momento algo que hoy no valoramos, por ejemplo el Instituto de Pontevedra fue durante 103 años el único de la provincia, Bugallal o Besada se formaron aquí por eso".

La composición demográfica de Pontevedra en la Restauración es todavía propia del Antiguo Régimen: un 70% de la población se dedicaba al sector primario; un 15% al secundario y otro 15% al terciario. En la República ese mapa había cambiado completamente: solo un 25% de la población se contabiliza en el sector primario, otro 25% en el secundario y un 50% en el terciario, "igual que una ciudad como París", recuerda Fortes Bouzán.

Éste critica que "a nuestra generación se nos hizo creer una falacia, que la República había llegado a España demasiado pronto, que no había clases medias y sin ella era inviable. Lo explica bien Santos Julián en "Hoy no es ayer", lo que pasa es que nosotros teníamos un ejército de larga tradición golpista; el Frente Popular triunfa en Francia al mismo tiempo que en España, solo que al ejército francés ni se le ocurrió dar un golpe".

"Nadie se imaginaba en Pontevedra el golpe, tanto es así", añade Fortes Bouzán, que añade que "tanto es así en el mismo julio de 1936 en el que se produjo el levantamiento militar franquista Liceo Casino y Mercantil habían programado excursiones", una de las numerosas anécdotas que sirven para ilustrar la historia de Pontevedra