Coincidiendo con el inicio del curso, la escuela de vela de Combarro y el club de piragüismo Poio se han puesto manos a la obra para desarrollar sus proyectos de futuro: la creación de un equipo de regatas y la mejora de los palistas, para acercarlos al sueño olímpico. En sus planes juega un papel fundamental la conservera Pescamar, que celebra estos días su cincuenta aniversario recordando su aportación al deporte local.

Con su ayuda, la regatista olímpica y medallista en Atenas, Sandra Azón, empeñada que los vecinos vivan de cara a la ría y en demostrar que la vela no es un deporte elitista, trabaja en la creación de un pequeño equipo de regatas, en categoría "optimus", para diez de los cuarenta alumnos (en verano se superaron las 60 fichas) que acuden regularmente al pantalán del Club Náutico de Combarro.

La competición para los pequeños navegantes, de ocho a catorce años -"la edad a la que me inicié yo", recuerda Azón- podría comenzar en unas semanas, en función de la fecha de celebración de las "regatas más cercanas".

El objetivo del club de piragüismo, con más de quince años de historia en sus palas y que entrena diariamente a 65 jóvenes, es más ambicioso: preparar a alguno de sus deportistas para que puedan disputar el sueño olímpico "en los Juegos de 2016", explicó su presidente, Diego González.

El que más papeletas tiene a día de hoy, es Sergio Vallejo, la joya de la cantera poiense. "Aún es un proyecto porque tiene solo 14 años y todo puede pasar aún, pero tiene cualidades innatas. (En el equipo) hay séniores, que tienen experiencia pero les falta ese algo", explicaba González recordando que este año Vallejo se impuso a palistas "un año mayores".

La escuela de vela es la última incorporación a la larga lista de patrocinios de la empresa –de la que los piragüistas forman parte desde hace dos años– que abarca desde disciplinas más populares como fútbol y balonmano, a natación, ciclismo o rugby. "Un niño no va a ser menos porque no ser el que más corra o el que más fuerte tira, señaló la directora general de la firma, Lupe Murillo, apuntando que el mar iguala las oportunidades de pequeños para los que "hay espacio en estos deportes minoritarios".

Recogida de entradas

De la expectación que levanta entre los vecinos el acto central del aniversario de la conservera –que prepara un gran concierto para el viernes con David Civera, Tamara y Cartas a Julieta– da fe el buen ritmo al que se están repartiendo las 800 entradas que se repartirán.

Los empleados de Pescamar se llevaron, a primera hora de la mañana de ayer, una agradable sorpresa al encontrarse con una vecina que, con sus dos latas de conservas y el tique de compra (elementos imprescindibles para hacerse con un tique) esperaba para obtener sus entradas.

Murillo adelantó que han recibido también las primeras peticiones de entidades benéficas –Cáritas Marín en este caso– para recibir parte de los alimentos que se recogerán. "Anotaremos todas las peticiones para repartirlo luego", añadió señalando que entre los beneficiarios habrá también varias familias de Poio seriamente afectadas por la crisis económica.