La plantilla caldense de Clesa asumió sin demasiadas sorpresas la propuesta del ERE extintivo para sus 140 empleados. Una planteamiento esperado y por el que optarán los administradores concursales en caso de que este recinto no tenga un comprado dentro de un mes. Pero los trabajadores se declaran "en cierto modo optimistas" al conocer la existencia de inversores interesados en hacerse con este centro de producción. Entre ellos se mantienen cooperativas gallegas que ya se interesaron por la situación a principios de año, cuando se conocieron las dificultades económicas de la empresa que entonces dirigía Nueva Rumasa.

Los empleados, aunque aún conservan cierta esperanza en que se pueda mantener la actividad bajo la gestión de otra firma, exigen premura y decisión. "Apostamos por la búsqueda de proyectos alternativos y emplazamos a los posibles inversionistas a que den los pasos necesarios para la consecución de dicho objetivo, pues entendemos que hay mercado, marca y profesionales para garantizar la viabilidad de los proyectos", apuntó el sindicato UGT en un comunicado de ámbito estatal, puesto que la situación de Caldas es similar a la de la planta madrileña.

Por su parte, la presidenta del comité del recinto ubicado en la parroquia de Saiar ampliaba ayer que entre los trabajadores se respira es "en cierto modo optimismo". A ello agregaba: "Nosotros tenemos que luchar por el mantenimiento de la planta y de los puestos de trabajo, sabemos que hay intereses en ella y algún proyecto".

Sin interferencias

De todas maneras, Ramos insiste en la necesidad de que las negociaciones entre las partes implicadas se desarrollen con "sigilo" para evitar interferencias que puedan resultar perjudiciales. Una de las opciones que se barajan es que se haga cargo de la factoría alguna cooperativa. De hecho, la Asociación Galega de Cooperativas Agrarias ya mantuvo reuniones con la Xunta de Galicia para abordar la posibilidad de que una de estas cooperativa pueda gestionar la planta caldense.

Asimismo, los administradores concursales de Clesa tienen constancia de la existencia de planes de algunas firmas lácteas, pero exigen que se concreten en el plazo máximo de un mes para evitar la aplicación del ERE extintivo. "Los comités de empresa han manifestado su voluntad de apostar por el mantenimiento de mayor número de puestos de trabajo y han hecho un llamamiento explícito a los administradores concursales para estudiar con celeridad la posible presentación de proyectos industriales en ambos centros de trabajo", subrayaron desde la central sindical.