Pontevedra encara el final del año 2009 con el peor balance de la década en casos de violencia de género. Al menos, así se pone de manifiesto en el resumen del Centro de Información á Muller (CIM) del concello, que contabilizó hasta el 30 de septiembre pasado un total de 144 denuncias, la cifra más alta desde 2000, con una media de 16 expedientes al mes. Estos datos fueron aportados ayer por la concejala de Benestar Social, Margarita Castejón, al presentar la campaña del 25 de noviembre, día internacional contra la violencia machista.

A falta de los datos del último trimestre, Castejón mostró ayer su preocupación por este "considerable incremento" con respecto, por ejemplo, a los 127 casos del año anterior. De las 144 denuncias totales, 75 corresponden a maltratos físicos y otros 52 a violencia psicológica, mientras que otras dos revisten una especial gravedad, ya que se trata de agresiones o abusos sexuales de padres a hijas, ambas trasladadas al juzgado, al igual que 76 de los otros dos tipos de maltrato.

"Amores que non matan" es el lema de la campaña de sensibilización de este año, que se focaliza en un día concreto pero que el concello pretende mantener en vigor todo el año, de ahí que se haya editado una agenda para todo 2010 con mensajes al efecto. La celebración de mañana se produce poco después de que el concello aprobase, el pasado viernes el II Plan de Igualdade entre Mulleres e Homes, un documento que compromete al concello con la igualdad en todo su funcionamiento interno, pero también en la promoción externa.

La edil insistió en el aumento de casos de este año, un crecimiento que vinculó, al menos en su coincidencia en el tiempo, con el cierre del centro de acogida de mujeres maltratadas que Cáritas tenía en la ciudad. Este local fue clausurado en abril pasado, pero ya había dejado de recibir a nuevas víctimas en diciembre de 2008. Castejón asegura que esta ausencia se está dejando notar en la atención a estas mujeres, por lo que instó a la Xunta a reactivar este dispositivo asistencial, bien a través de alguna entidad colaboradora o de forma directa.

Los 144 casos de este año (a falta del cuatro trimestre) suponen una media de 16 denuncias al mes, muy por encima de los 12 expedientes mensuales del pasado año o los 11 de 2006. Además, suponen un salto exponencial con respecto a las cifras contabilizadas hace una década; 57 casos en 2000, sesenta en 2001 y 66 en 2002, año en el que comenzó a crecer de forma gradual el número de mujeres que acude al CIM, en buena medida debido a que "cada vez son más las víctimas que deciden afrontar su situación y pedir ayuda".

Castejón también destacó ayer que la captación de más casos por parte del CIM obedece a esa actitud de las víctimas, pero también a una mayor colaboración con la Policía, que informa al centro municipal de las denuncias para que las afectadas puedan recibir ayuda psicológica y jurídica.