Las obras de construcción del “supernudo” de Curro ya son una realidad. La maquinaria de la unión temporal de empresas formada por Copasa y Puentes y Calzadas comenzó anteayer martes con la preparación del terreno donde irá el gran enlace que cambiará definitivamente el paisaje de las carreteras que unen las comarcas de O Salnés y Pontevedra.

Por el momento los obreros están realizando la explanación y el desbroce de la parcela, que se encuentra a la altura de la rotonda en la que confluyen la carretera PO-531 (Pontevedra-Vilagarcía) y la PO-300, que termina en Cambados después de atravesar el centro de Mosteiro.

La previsión de Copasa y Puentes y Calzadas es empezar la semana próxima las obras de construcción del enlace propiamente dichas, y mientras tanto también están ultimando la adecuación de un local situado en Meis en el que ambas empresas establecerán su base de operaciones mientras duren las obras.

La AP-9, la AG-41 y la AG-47

El macronudo de Curro, cuya gestación no ha estado exenta de polémica, es una de las principales obras en materia de infraestructuras que se van a acometer entre O Salnés y Pontevedra durante los próximos años. Se trata de un enlace en el que confluirán la Autopista do Atlántico (AP-9), la Autovía do Salnés (AG-41), la futura autovía de Curro a Baión (AG-47) y la proyectada A-57, que unirá Curro (Concello de Barro) con Ponteareas para empalmar con la A-52.

El “macronudo” de Curro costará unos 36,5 millones de euros y se espera que esté operativo a mediados de 2012. El enlace se construirá en tres niveles, incluirá carriles exteriores, nueve pasos inferiores, cuatro superiores y dos glorietas.

Segundo proyecto

El proyecto actual lo hizo la Consellería de Medio Ambiente e Infraestructuras de Agustín Hernández, después de que el primero -de la época del bipartito- se paralizase debido a que obligaba a tirar varias viviendas de San Tomé.

Por otra parte, la empresa Covsa va a construir otro “micronudo” a la altura de la iglesia de Curro, también en Barro.