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La inflación también desinfla el carro de la compra del banco de alimentos

Natalia González, coordinadora del Banco de Alimentos de Ourense, prepara el material para el próximo reparto. INAKI OSORIO

“Cada vez es más complicado. Las donaciones han disminuido por la situación económica desde la pandemia y, con la inflación, el precio de los productos básicos ha aumentado. Así que, por un lado recibimos pocas donaciones económicas y de alimentos, y por otro, con el poco dinero que entra nos vemos obligados a hacer compra, pero la cesta es menor porque hay menos dinero y además los precios han subido, entonces no podemos abarcar lo mismo”. Es el pez que se muerde la cola.

La coordinadora del Banco de Alimentos de Ourense, Natalia González Valencia, hace un llamamiento a la solidaridad para volver a llenar las estanterías de los almacenes de San Cibrao das Viñas a los que periódicamente acuden 72 entidades sociales que se encargan de distribuir alimentos básicos entre 2.000 familias de la provincia en situación de vulnerabilidad. “Son 6.000 personas que necesitan esta ayuda”, señala.

Por eso anima a la ciudadanía a participar a través de donaciones, tanto económicas como de alimentos. “No se trata de hacer grandes aportaciones, que también son bien recibidas, pero con poco ya se ayuda, todo es importante”, apunta. La situación en estos momentos en el banco de alimentos está muy ajustada.

“No se trata de hacer grandes aportaciones, que también son bien recibidas, pero con poco ya se ayuda, todo es importante”

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Hace un mes realizaron una compra de 50.000 euros en leche, aceite, galletas, azúcar y turrón para repartir en noviembre y ya se han quedado a cero. “Compramos y repartimos, ahora mismo nos queda en los estantes algo de galletas, arroz, pasta y legumbres, pero los alimentos de primera necesidad escasean”, explica.

En marcha la gran recogida

Por eso este año es más importante, si cabe, la gran recogida que los 54 bancos de alimentos asociados a la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL), inician hoy en todo el territorio nacional con el objetivo de alcanzar los 21 millones de kilos en donaciones. En Ourense, el reto se ha fijado en 100.000 kilos.

“Sabemos que la población ourensana siempre responde muy positivamente a este tipo de campañas para dotar al banco de alimentos de productos básicos con los que cubrir las necesidades de muchas personas en riesgo de pobreza, y confiamos en volver a recibir la participación ciudadana para alcanzar cifras anteriores a la pandemia”, detallan desde la organización. El objetivo de esta gran recogida es contrarrestar el descenso de las donaciones que se ha producido este año y el incremento de precios provocados por la inflación en los productos alimenticios de primera necesidad que ha afectado a la cantidad de productos que se pueden adquirir.

El año pasado, a causa del impacto económico de la pandemia, el banco de alimentos acusó una bajada del 60% en la recaudación en toda España, tanto económica como física, de ahí que en Ourense hayan decidido fijarse el objetivo de 100.000 kilos recogidos en la provincia. “Entendemos que son momentos difíciles para todo el mundo, la crisis del COVID ha acarreado consecuencias laborales, y a esto se ha sumado la inflación”, apunta Natalia, que apela a la solidaridad para apoyar a las personas que más lo necesitan.

La gran recogida que arranca hoy y se prolongará hasta el 5 de diciembre se desarrolla en la mayoría de tiendas de alimentación en diferentes modalidades.

Alimentos y dinero

Entre hoy y mañana se podrán donar productos físicos no perecederos en algunos establecimientos en los que los clientes podrán identificar a los voluntarios con el distintivo del banco de alimentos, o realizar donaciones monetarias en las líneas de caja. A partir del próximo lunes y hasta el final de la campaña, la gran recogida continuará con donación monetaria en las líneas de caja a partir de un euro. Estas donaciones económicas, explica la coordinadora, se convertirán íntegramente en alimentos de primera necesidad que se irán suministrando a los bancos de alimentos según sus necesidades. Adicionalmente en la web granrecogidadealimentos.org está abierta la posibilidad de donar cualquier cantidad de manera virtual desde el inicio de la campaña hasta finales del mes de diciembre.

Además, añade, “todas las donaciones que se realicen se pueden desgravar fiscalmente aportando el ticket de caja en la página web de la gran recogida”.

Necesitan voluntarios

Otra de las demandas del banco de alimentos de Ourense es el voluntariado. Actualmente, son aproximadamente 300 personas “pero necesitamos más”, apela Natalia. Sobre todo para una campaña como esta, “son 3 o 4 horas un día al año, y son muy importantes por que es el mejor reclamo que tenemos para hacer ver en los supermercados que está la campaña en curso”, concluye.

Carmen González, Elena Rivo, Cecilio Santalices y Noemí Iglesias presentaron la campaña solidaria en el campus. FERNANDO CASANOVA

El campus pone en marcha su recogida solidaria

En el campus ya está en marcha la campaña solidaria de recogida de alimentos, juguetes y libros. Un año más, la comunidad universitaria se une a esta iniciativa en la que colaboran el vicerrectorado de Ourense, el Banco de Alimentos, Cruz Roja y la Asociación Xuvenil Amanecer.

Para participar, no hace falta ser miembro de la universidad, ya que cualquier persona interesada puede depositar su donación en los carritos solidarios situados en la entrada de los principales edificios. Este jueves se presentó la campaña en un acto en el que participaron la vicerrectora del campus, Elena Rivo; el presidente del Banco de Alimentos, Cecilio Santalices; Carmen González, de Cruz Roja, y Noemí Iglesias, de Amanecer.

En su intervención, la representante universitaria subrayó la satisfacción de la institución académica por poder poner en marcha un año más esta recogida solidaria que, dijo, permite a la comunidad universitaria “devolver a la sociedad parte de lo que recibimos de ella”. Elena Rivo destacó la buena respuesta, tanto de alumnado como del personal docente e investigador y de administración y servicios, a esta recogida y reiteró a las entidades colaboradoras la disposición del campus para colaborar en este tipo de iniciativas solidarias.

Por su parte, Noemí Iglesias recalcó que la campaña “es muy importante no solo por la recogida, sino por lo que implica de sensibilización y concienciación, desde los más pequeños a los más mayores”. Del mismo modo, Carmen González destacó la importancia de que, con iniciativas como esta, ningún niño se quede esta Navidad sin juegos o juguetes pues, recalcó, es un derecho fundamental e imprescindible para su desarrollo saludable.

Por último, Cecilio Santalices agradeció a la institución académica y a las entidades implicadas la puesta en marcha de esta campaña destinada “a la gente que lo está pasando mal”.

Los carritos de recogida están ya situados en la entrada de los edificios del campus (Xurídico-Empresarial, biblioteca, pabellón de deportes, Politécnico y edificio de Ferro) hasta el 15 de diciembre. Los alimentos recogidos serán entregados al Banco de Alimentos y los libros y juguetes a Cruz Roja y a Amanecer.

En cuanto a las necesidades, preferentemente se demanda, en el caso de alimentación, productos no perecederos, como conservas, aceite, leche, y, dadas las fechas, productos típicos navideños. En el caso de los juguetes y libros, las entidades colaboradoras indican que pueden ser nuevos o ya usados, pero que estén en buen estado, y que no sean bélicos ni sexistas, haciendo hincapié en la necesidad de que también se entreguen juegos y libros destinados los jóvenes.

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