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Ningún incendio activo en la provincia que recibe lluvias ante una sequía histórica

Medio Rural da por estabilizado el foco del Macizo Central que quemó 2.100 hectáreas | Los ríos de la demarcación Miño-Sil están un 44,6% por debajo del promedio histórico

Arriba, una mujer camina por la calle Paseo con un paraguas.Abajo, el incendio de Chandrexa de Queixa y Laza. | // IÑAKI OSORIO Y BRAIS LORENZO

La lluvia da un descanso a la provincia de Ourense. Los escasos, pero bendecidos, chubacos que cayeron en el día de ayer sirvieron para que las temperaturas máximas se rebajaran hasta los 23 grados en la provincia y que refrescara el territorio donde llevan ardidas más de 26.000 hectáreas en lo que va de año.

Ningún incendio activo en la provincia que recibe lluvias ante una sequía histórica

Ayer, la Consellería de Medio Rural informaba que no hay ningún incendio activo en la provincia de Ourense después de dar por controlado el fuego que se inició en Laza por un foco y con otro en Chandrexa de Queixa y que se unieron en el Macizo Central ourensano arrasando más de 2.100 hectáreas. Este incendio fue el más devastador de las últimas semanas, junto con otros que se iniciaron en la zona sur de la provincia ourensana.

Ayer los medios de extinción y prevención de incendios forestales daban también por extinguidos otros tres fuegos forestales que son los que afectaron a Riós, con más de un centenar de hectáreas afectadas; a Campobecerros, con más de 175 hectáreas calcinadas; y el de Casaio en Carballeda de Valdeorras, donde las llamas arrasaron un total de 440 hectáreas de monte arbolado y raso.

A pesar de que la situación se encuentra en una tregua por la borrasca que se encuentra sobre la provincia ourensana, los medios continúan trabajando en el terreno para enfriar todavía más el territorio quemado y poner contramuros naturales para que las posibles riadas que haya no arrastren toda la ceniza hacia las aldeas ni tampoco hacia los embalses y los ríos, pudiendo contaminar el agua.

Ourense respira, el monte se despierta sin ningún frente y las brigadas cogen aire ante un verano de los más complicados que están viviendo. No solo por el número de grandes incendios forestales, más de siete focos por encima de las 500 hectáreas, sino también por la intensidad de los mismos que como por ejemplo en Carballeda de Valdeorras destrozaron aldeas, igual que en O Barco y en Rubiá. La voracidad de los fuegos solamente se relaja con la llegada de un clima suave, como pasó ayer y como continuará hoy en gran parte de la provincia.

Menos agua que nunca

Con Ribadavia como espejo de la sequía histórica que está sufriendo la provincia, las datos de los embalses y de los ríos empeoran cada semana que pasa. Ni tan siquiera las débiles lluvias que hubo ayer, o que puede haber hoy, fueron suficientes para aumentar los niveles de agua. En relación con los embalses gallegos de la demarcación Miño-Sil se encuentran al 48,77 % de su capacidad máxima, un 0,51 % menos que la semana anterior. Este volumen es un 2,45 % mayor que la cantidad de agua embalsada hace un año, 46,32 %, y un 18,26 % menor que el llenado promedio histórico en estas fechas del año, 67,03 %.

En lo relativo a los caudales circulantes, el caudal en las estaciones de la Comunidad se encuentra de media un 44,6 % por debajo del promedio histórico.

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